En un acto que refleja la firmeza de las fuerzas federales y estatales contra el crimen organizado, se ha logrado el rescate de cuatro trabajadores de una pollería en Toluca, previamente secuestrados por integrantes de la Familia Michoacana. Rigoberto Colín Consuelo, Jaime Ramos Reyes, Isidoro Díaz Casimiro y Eliseo Escobar Ramírez han sido liberados después de 86 días de angustia para sus familias y empleadora.
El secuestro, ocurrido el 22 de diciembre, supuestamente se relacionó con el incumplimiento del pago del «derecho de piso» a la organización criminal, según declaraciones de la propietaria del establecimiento, Lizbeth Karina Contreras Salinas.
La liberación de los polleros se llevó a cabo vía telefónica, con la confirmación de su bienestar por parte de las autoridades. «Es una buena noticia, tanto para las familias como para usted porque son sus empleados», comentó la empresaria, resaltando el alivio después de una espera angustiosa.
El rescate se efectuó en un contexto en el que las fuerzas de seguridad visualizaron movimientos relacionados con la reubicación de los secuestrados, lo que llevó a una operación exitosa para rescatarlos. Sin embargo, no se informó sobre la detención de los perpetradores.
Los cuatro polleros fueron encontrados amagados en un vehículo Renault color gris y posteriormente trasladados a la Fiscalía de Desaparecidos para continuar con las investigaciones. Familiares de las víctimas acudieron al lugar para reunirse con ellos y llevarlos a sus hogares.
El caso ha revelado la complejidad y la violencia del entramado criminal de la Familia Michoacana en la región. La empresaria Lizbeth Karina Contreras Salinas recordó que ella y su padre también fueron secuestrados previamente por esta organización, resaltando la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta firme por parte de las autoridades.
En el transcurso de la investigación, se han logrado importantes avances. César Alberto, conocido como “Albertano”, y una mujer identificada como Sherlyn, se encuentran detenidos, mientras que se busca activamente a Josué Ramírez Carrera, alias “El Ojo de Vidrio”, quien presuntamente ordenó el secuestro de los polleros y es buscado por delitos graves como homicidio, extorsión y narcotráfico.
La lucha contra el crimen organizado en México sigue siendo un desafío constante para las autoridades, pero casos como este demuestran la determinación y la capacidad de respuesta del Estado en la protección de los ciudadanos y la aplicación de la ley. El rescate de los polleros es un paso importante en la búsqueda de la justicia y la seguridad en la región.