En un acto de protesta que escaló en violencia, estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, Guerrero, lanzaron petardos contra la fachada de Palacio Nacional, dejando a 26 policías heridos, tres de ellos mandos, en medio de una tensión que persiste por la falta de avances en la investigación sobre la desaparición de 43 jóvenes hace una década.
El incidente ocurrió este lunes 13 de mayo en el Zócalo capitalino, tras un mitin llevado a cabo por los normalistas, quienes exigían una reunión con autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para reclamar apoyos económicos que aún no han recibido, según reportes.
Testigos presenciales informaron que al menos seis petardos fueron detonados frente a la Puerta Central de Palacio Nacional alrededor del mediodía. Los perpetradores, encapuchados, se retiraron del lugar de inmediato tras el ataque.
El Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) atendió a los 26 uniformados heridos, 25 de los cuales fueron trasladados a hospitales debido a la gravedad de sus lesiones. Además, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México detalló que los manifestantes lanzaron objetos, vallas, petardos, cohetones y parte del mobiliario antes de retirarse del lugar.
Dentro de Palacio Nacional, elementos de la Policía Militar y de la Marina resguardaban el lugar, mientras que la Fuerza de Tareas Zorros de la Policía de la Ciudad de México se movilizó para hacer frente a la crisis.
Los estudiantes han mantenido una serie de manifestaciones en las últimas semanas, marcadas por la cercanía del décimo aniversario de la desaparición forzada de los 43 jóvenes de la normal rural ‘Isidro Burgos’. La falta de resolución en este caso, así como la reciente muerte de Yanqui Kothan a manos de policías, ha avivado las tensiones.
Este no es el primer incidente violento protagonizado por los normalistas. En marzo, un grupo de estudiantes utilizó una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad como ariete para derribar una puerta de Palacio Nacional, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecía su conferencia diaria. El mandatario calificó entonces el acto como una provocación.
Las tensiones entre las familias de los normalistas desaparecidos y el Gobierno de AMLO se han intensificado en los últimos meses, con acusaciones de omisión por parte del Ejército, que se ha negado a entregar documentos relevantes para la investigación, según las denuncias de los afectados.
La escalada de violencia y la persistente falta de justicia en el caso de los normalistas desaparecidos ponen de manifiesto la urgencia de encontrar soluciones que aborden las demandas de los estudiantes y garanticen el respeto a los derechos humanos en el país.