Aunque hasta hace poco el expresidente Donald Trump parecía encaminarse hacia una victoria contundente sobre el presidente Joe Biden, en la carrerra presidencial de los EEUU, la dinámica cambió drásticamente.
Biden ha decidido no postularse para la reelección y ha respaldado a Kamala Harris, su vicepresidenta, quien ahora cuenta con el apoyo de los líderes demócratas. Esto ha permitido a Harris tomar una ligera delantera en las encuestas a 13 semanas de las elecciones.
Según el promedio de encuestas de Real Clear Politics, un referente en mediciones políticas, Harris lidera con un 47.6% frente al 47.1% de Trump. Antes del 4 de agosto, Trump dominaba las encuestas con una ventaja de más de tres puntos sobre Biden. Sin embargo, con la entrada de Harris en la contienda, la ventaja se ha invertido a favor de la vicepresidenta.
El promedio de encuestas del diario El País confirma esta tendencia, mostrando a Harris con un 49% frente al 47% de Trump. A pesar de que Harris ha logrado reducir una brecha de hasta ocho puntos, esto no garantiza su victoria, ya que Trump sigue teniendo una ventaja en el voto electoral.
Actualmente, la elección está en un “empate técnico”, según Crystal Ball del Centro de Política de la Universidad de Virginia. Trump sumaría 235 votos electorales, mientras que Harris tendría 226. Los 77 votos restantes están en juego en estados clave como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.
Un reciente sondeo del New York Times y Siena College revela que Harris supera a Trump por cuatro puntos en Wisconsin, Pensilvania y Michigan, aunque el expresidente aún mantiene una ventaja en temas como economía e inmigración. La encuesta realizada del 5 al 9 de agosto muestra que Harris recibe un 50% de apoyo en estos estados clave, frente al 46% de Trump.
La presión ha llevado a Trump a aceptar un debate con Harris en ABC News programado para el 10 de septiembre, después de haber intentado inicialmente debatir en Fox News, lo cual fue rechazado. Michael Tyler, director de comunicaciones de la campaña de Harris, ha criticado a Trump por intentar evadir el debate, sugiriendo que su cambio de estrategia es un intento de evitar parecer temeroso ante la opinión pública.