Muere Alberto Fujimori: El chino que marcó la historia de Perú

Muere Alberto Fujimori: El chino que marcó la historia de Perú

Este 11 de septiembre, Alberto Fujimori, el polémico ex presidente de Perú, falleció en Lima a los 86 años tras una larga batalla contra el cáncer. Su hija, Keiko Fujimori, lo anunció en redes sociales: “Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá”.

Fujimori, conocido como «El Chino», fue una figura controvertida que gobernó con mano dura durante la década de los 90, enfrentando a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, una organización que Estados Unidos calificó como terrorista. Su lucha sin cuartel llevó al encarcelamiento de sus principales líderes, pero también lo sumió en escándalos de derechos humanos. En 2009, fue condenado por «crímenes contra la humanidad» relacionados con la muerte de 25 personas en operativos militares.

El ex mandatario, que se convirtió en el primer hijo de inmigrantes en liderar Perú, fue liberado en diciembre de 2023 tras 16 años en prisión, gracias a un indulto para tratar su cáncer lingual. Sin embargo, Fujimori aún planeaba regresar a la política y competir en las elecciones de 2026, según su hija Keiko, quien también ha buscado la presidencia en varias ocasiones.

A lo largo de su vida, Fujimori dividió opiniones. Sus simpatizantes lo recordaban como el hombre que devolvió la paz al país, mientras sus detractores lo veían como un autócrata que vulneró los derechos humanos. “Es una oportunidad para reflexionar sobre un legado complicado”, comentó un analista político en medios locales. Incluso en sus últimos días, Fujimori permaneció bajo los reflectores, captado en silla de ruedas en clínicas de Lima, donde luchaba contra sus dolencias.

La figura de Fujimori sigue siendo un símbolo de la política peruana: autoritaria, polémica y cargada de matices. Su muerte cierra un capítulo en la historia del país, pero las heridas de su mandato y los debates sobre su legado continúan vivos.

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