Clara Brugada, quien ganó las elecciones el pasado 2 de junio con más del 50% de los votos, tomó protesta como la nueva jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Este sábado, en el Congreso local, la exalcaldesa de Iztapalapa asumió el cargo en una ceremonia donde la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, fue la invitada de honor. Brugada no solo sigue el camino de las mujeres en la política mexicana, sino que también marca un nuevo hito como la tercera mujer en dirigir la capital.
Con el puño en alto y frente a los legisladores, Brugada hizo su juramento: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución Política de la Ciudad de México y las leyes que de ellas emanen… y si así no lo hiciere que el pueblo me lo demande”. Palabras cargadas de solemnidad y compromiso con la ciudad más grande del país.
El evento no pasó desapercibido, ya que figuras clave de la política nacional también estuvieron presentes. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, y Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, acompañaron a Brugada en este momento histórico. Su presencia reforzó el apoyo que la nueva jefa de Gobierno tiene dentro del escenario político nacional.
Clara Brugada no es la primera en este puesto, pero sí es parte de un legado que cada vez más mujeres en México están forjando. Rosario Robles fue la primera en asumir la jefatura de Gobierno en 1999, aunque su llegada fue en calidad de sustituta, cuando Cuauhtémoc Cárdenas dejó el cargo para contender por la presidencia. Posteriormente, Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer electa por voto popular en 2018, liderando la ciudad hasta su renuncia en 2023 para competir por la presidencia de México.
Con Brugada en el Gobierno de la Ciudad de México y Sheinbaum en la presidencia de la República, México está viviendo un momento histórico, pues, por primera vez, las dos posiciones más importantes del Ejecutivo están en manos de mujeres. Brugada se enfrenta ahora al reto de dirigir una de las ciudades más complejas y pobladas del mundo, pero con el respaldo de una sólida trayectoria política y el respaldo de la ciudadanía, su administración promete cambios significativos.