México se encuentra en una encrucijada estratégica en el ámbito del comercio internacional, y su secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ha dejado claro que el país apoyará a Estados Unidos en las crecientes disputas comerciales con China. Durante un foro empresarial, Ebrard subrayó la importancia de la región de Norteamérica y reveló que México ya tiene un plan detallado para aprovechar esta oportunidad histórica.
“Hay una contienda entre China y Estados Unidos, ahora sí mucho más fuerte que la que había hace unos años”, señaló el funcionario. “Y ya tenemos un diseño en la ruta que vamos a seguir”, añadió, destacando que la colaboración con su principal socio comercial, Estados Unidos, es clave en este proceso.
El eje principal de la estrategia mexicana, según Ebrard, es movilizar todos los intereses legítimos de la región para fortalecer la posición de Norteamérica en el escenario global. “Movilizar todos los intereses legítimos en favor de fortalecer a la región Norteamérica” será el objetivo fundamental, destacó.
La lógica detrás de esta decisión es clara: ante las tensiones económicas y políticas entre China y Estados Unidos, México se posiciona como un socio estratégico para consolidar a Norteamérica como un bloque comercial robusto y competitivo. Esta alianza, además, permite a México fortalecer su propia economía, principalmente a través de la tendencia del «nearshoring».
Una de las mayores oportunidades que México está dispuesto a aprovechar es la del «nearshoring», un fenómeno que está viendo cómo plantas manufactureras y proveedores de servicios asiáticos se trasladan a ubicaciones más cercanas geográficamente a Estados Unidos. Ebrard señaló que México tiene una oportunidad sin precedentes en este contexto.
“La segunda misión muy importante que tenemos es acelerar, aprovechar al 1000% las oportunidades del ‘nearshoring’”, afirmó el secretario, evidenciando la urgencia con la que el país debe actuar para capitalizar esta tendencia global.
Este fenómeno implica que, en lugar de depender de la manufactura en Asia, empresas de diferentes industrias trasladarán sus operaciones a México para aprovechar su proximidad geográfica y la integración económica que tiene con Estados Unidos y Canadá, a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). México ya ha comenzado a desplazar a China como el principal exportador de productos hacia el mercado estadounidense, marcando un hito comercial sin precedentes en 2023.
Sin embargo, Ebrard también hizo énfasis en la necesidad de aumentar el contenido nacional en las exportaciones mexicanas. Actualmente, el contenido nacional representa menos del 20% de las exportaciones manufactureras del país, un número que el gobierno busca incrementar significativamente.
“Tenemos que ver cómo podemos reducir todas las importaciones que tenemos, es decir, aumentar el contenido nacional de cualquier manera que podamos”, explicó Ebrard. Esto implica no solo atraer más plantas manufactureras extranjeras a México, sino también asegurar que los proveedores y productores de piezas se trasladen al país para fortalecer la cadena de valor local.
Una de las ventajas clave de México en esta coyuntura es la diversificación de sus exportaciones. Mientras que hace unos años el petróleo dominaba el comercio con Estados Unidos, hoy en día productos como autos, camiones, maquinaria y electrodomésticos han tomado el liderazgo. Esta transición ha permitido que México supere a China como el mayor exportador hacia Estados Unidos, una tendencia que el país busca consolidar y expandir.
Ebrard subrayó que este cambio no solo se trata de exportar más, sino de hacerlo de manera sostenible y de largo plazo. Trabajar de la mano con empresas individuales para lograr que se muden proveedores y aumenten las capacidades productivas en territorio mexicano será una prioridad. “El desafío es hacer que estas oportunidades sean duraderas, crear empleo de calidad y fortalecer nuestra economía interna”, concluyó el secretario.
La colaboración con Estados Unidos y la estrategia de nearshoring no solo posicionan a México como un actor clave en las disputas comerciales globales, sino que también prometen un crecimiento sostenible para su economía. El enfoque de Ebrard está claro: aprovechar las oportunidades del momento y fortalecer la economía mexicana desde adentro, todo mientras Norteamérica se consolida como un bloque comercial robusto frente a la competencia asiática.