La presidenta Claudia Sheinbaum ha revelado su ambicioso plan para revolucionar el sistema de salud en México, mediante la digitalización de la polémica «megafarmacia» inaugurada por su antecesor en el Estado de México. Este proyecto, que en su momento generó grandes expectativas pero ha estado envuelto en críticas, será revitalizado para mejorar la distribución de medicamentos en todo el país a través de nuevas tecnologías.
Inaugurada con bombo y platillo hace poco más de un año, la megafarmacia de Huehuetoca fue presentada como la solución definitiva a la escasez de medicamentos en el país. Con un costo cercano a los 3 mil millones de pesos, el proyecto fue anunciado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador como una instalación capaz de «contener todos los medicamentos del mundo» y garantizar el abasto en las zonas más remotas de México.
Sin embargo, la realidad ha sido distinta. Críticas han surgido debido al bajo rendimiento de la farmacia, la cual, según reportes, apenas ha surtido un promedio de seis recetas al día desde su apertura. Este desempeño limitado ha generado dudas sobre la viabilidad del proyecto y su verdadero impacto en el sistema de salud.
Sheinbaum, consciente de las críticas que rodean la megafarmacia, ha optado por no ignorarlas, sino convertir la infraestructura en una pieza clave de su estrategia de salud. En lugar de desechar el proyecto, ha propuesto modernizarlo a través de la digitalización y la optimización de sus procesos logísticos.
Durante una conferencia, la mandataria confirmó que se utilizará la experiencia del subsecretario de Salud, Eduardo Clark, en el proceso de transformación. Clark, quien fue titular de la Agencia Digital de Innovación Pública en la Ciudad de México, liderará el proyecto de digitalización de la megafarmacia, aprovechando su conocimiento en la gestión de datos y la optimización de procesos durante su labor en la pandemia.
«Tomé la decisión de que Eduardo Clark se encargue de este proceso porque, además de su experiencia en la pandemia, es experto en digitalización y en procesos logísticos. Su aportación será fundamental para asegurar que la megafarmacia opere de manera eficiente y que los medicamentos lleguen a todos los rincones del país», explicó Sheinbaum.
El plan de digitalización incluye la modernización de todo el sistema de la megafarmacia, desde la adquisición de los medicamentos hasta su distribución. Esto implicará la creación de una plataforma digital que permita una gestión más eficiente de los inventarios, así como la trazabilidad de los medicamentos, asegurando que lleguen a los hospitales y clínicas públicas que más los necesitan.
«Estamos metiendo más tecnología, digitalizando todo el proceso desde la compra hasta la distribución. Queremos que la megafarmacia funcione como se prometió, y que sea un modelo de referencia en la logística de medicamentos a nivel nacional», añadió la presidenta.
La implementación de tecnología también permitirá una mejor supervisión de los insumos, evitando la caducidad de medicamentos y asegurando que los tratamientos estén disponibles en tiempo y forma para los pacientes. Este esfuerzo se alineará con el objetivo de Sheinbaum de garantizar una cobertura médica universal y de calidad en todo el país.
El equipo que llevará a cabo esta transformación tecnológica estará compuesto por líderes clave del sector salud, entre ellos el doctor David Kershenobich, secretario de Salud; Zoé Robledo, director general del IMSS; Alejandro Svarch, titular del IMSS Bienestar; y Martí Batres, titular del ISSSTE. Todos ellos trabajarán en conjunto bajo la supervisión de Eduardo Clark para asegurar que el nuevo modelo de la megafarmacia sea exitoso.
“Este equipo tiene la responsabilidad de llevar a cabo una transformación profunda en el sistema de distribución de medicamentos en México, y con la experiencia y conocimientos de cada uno, estoy segura de que lograremos los objetivos planteados”, afirmó Sheinbaum.
Con esta iniciativa, Claudia Sheinbaum no solo busca corregir los errores del pasado, sino proyectar una visión de futuro para el sector salud en México. Aunque la megafarmacia ha sido un proyecto controversial desde su inicio, la apuesta de la presidenta es clara: aprovechar la infraestructura existente y potenciarla con innovación tecnológica para finalmente cumplir con su propósito original de garantizar el acceso equitativo a medicamentos en todo el país.