Un posible paro técnico en la industria de servicios petroleros ha sido anunciado por la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac), tras reportar deudas acumuladas de Petróleos Mexicanos (Pemex) que superan los 404 mil millones de pesos al cierre del primer trimestre de 2025. El escenario descrito por la organización advierte sobre una inminente parálisis en operaciones a partir de julio si no se toman medidas inmediatas para resolver el colapso financiero que enfrenta el sector.
En un comunicado dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, así como al secretario de Hacienda, Edgar Amador, y a la secretaria de Energía, Luz Elena González, Amespac solicitó acciones urgentes que impidan la interrupción de la actividad energética del país. El documento fue firmado por Rafael Espino de la Peña, presidente del organismo, y describe un panorama en el que gran parte de las empresas afiliadas ya no pueden operar sin recursos garantizados.
Los recortes presupuestales dentro de Pemex han impactado directamente la exploración y extracción de hidrocarburos, con una reducción del 66% en comparación con el año anterior. El presupuesto pasó de 373 mil millones a apenas 127 mil millones de pesos, lo que se tradujo en una caída operativa evidente: sólo 26 de los 59 equipos de perforación activos funcionaron durante el primer trimestre del año.
Además de los recortes, Amespac identificó fallas en los procesos administrativos internos de Pemex. El sistema de Codificación de Cargos y Descuentos (Copade) ha rechazado más de 50 mil facturas, obstaculizando el pago de servicios ya ejecutados. Esto ha provocado un severo colapso en la cadena de pagos y ha extendido los periodos de adeudo hasta más de 12 meses, comprometiendo la viabilidad financiera de las empresas proveedoras.
La asociación expresó que, a pesar de las advertencias previas y del seguimiento al deterioro del mercado, la situación ya se ha desbordado. “A pesar de nuestras múltiples alertas y de acuerdo con nuestro análisis y sensibilidad del mercado, esta realidad ya nos alcanzó”, se lee en el documento.
Como medida para evitar un paro en las actividades del sector, Amespac propuso la instalación inmediata de una mesa de trabajo con funcionarios autorizados. La intención es revisar y activar tres mecanismos clave: la liberación de facturación correspondiente a 2024, la garantía de pagos oportunos durante 2025 y un plan estructurado para saldar las deudas históricas acumuladas.
Las empresas agrupadas en Amespac reiteraron su voluntad de colaborar con las autoridades y afirmaron que están dispuestas a buscar soluciones en conjunto para mantener en marcha la operación continua del sector, así como asegurar la producción energética nacional.
“El objetivo es revertir el deterioro de la producción nacional de hidrocarburos, que compromete la seguridad y la soberanía energética de México”, concluye el texto.
El pronunciamiento coloca al sector energético en un punto de tensión crítica, con implicaciones económicas y estratégicas que podrían escalar si no se atienden de manera inmediata. Mientras tanto, la cuenta regresiva avanza para cientos de proveedores que sostienen la operación diaria de la industria petrolera mexicana.