El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva con la que busca facilitar el traslado forzoso de personas sin hogar a centros de tratamiento, aún sin su consentimiento. Esta nueva política, según el documento oficial, se enmarca en un enfoque centrado en la protección de la seguridad pública y en la restauración del orden en espacios urbanos del país.
La orden instruye a la fiscal general, Pam Bondi, a tomar acciones legales para revocar precedentes judiciales y decretos de consentimiento que actualmente impiden a las autoridades estatales y locales mover a personas sin techo de las calles hacia instituciones. Asimismo, pide brindar asistencia legal a los gobiernos que permitan el internamiento civil y el tratamiento adecuado de personas con enfermedades mentales que representen un peligro o que no sean capaces de cuidarse a sí mismas.
“El traslado de las personas sin hogar a instituciones de larga estancia para que reciban un trato humano mediante el uso adecuado del internamiento civil restablecerá el orden público”, señala el texto firmado por Trump. La Casa Blanca considera esta estrategia como parte de una política nacional para enfrentar la creciente crisis de indigencia que afecta a diversas ciudades del país.
La directriz también establece que los departamentos de Justicia, Salud y Servicios Humanos, Vivienda y Transporte prioricen la asignación de fondos federales a estados y ciudades que hagan cumplir normativas contra el consumo abierto de drogas, el acampar en áreas urbanas y el merodeo. De esta manera, se busca incentivar a los gobiernos locales a implementar restricciones más severas sobre la presencia de personas sin hogar en la vía pública.
Esta nueva orden ejecutiva llega meses después de que, en marzo pasado, el mandatario instruyera al Servicio de Parques Nacionales remover los campamentos de personas sin hogar y eliminar grafitis en terrenos federales. El gobierno considera estos espacios como zonas clave para recuperar la imagen urbana y garantizar la seguridad de la población.
La Casa Blanca justificó esta decisión al señalar que, durante 2024, se alcanzó la cifra más alta jamás registrada de personas viviendo en las calles de Estados Unidos en una sola noche. Este dato se incluye en el propio texto de la orden como argumento principal para tomar medidas más contundentes frente a la crisis.
La iniciativa de Trump marca un giro radical en las políticas de manejo de la indigencia, colocando el énfasis en el internamiento forzado y el endurecimiento de normativas urbanas, mientras se privilegia a los estados que adopten este modelo de actuación con mayores recursos federales.