El titular de la Unidad de Protección Portuaria de Altamira, Abraham Jeremías Pérez Ramírez, fue encontrado muerto en su oficina tras haberse quitado la vida, de acuerdo con fuentes federales que confirmaron el hecho al periodista Carlos Loret de Mola. El funcionario había sido mencionado recientemente en señalamientos por presuntos sobornos relacionados con operaciones ilegales en puertos de Tamaulipas.
Abraham Pérez fue señalado por el exdirector de la Aduana en Tampico, Alejandro Torres Joaquín, quien lo acusó de recibir un pago de 100 mil pesos para permitir la descarga de una embarcación con combustible robado, conocido como “huachicol”, durante el año pasado. Estas declaraciones lo colocaron en la mira de las investigaciones en torno a una red de corrupción detectada dentro de la Secretaría de Marina.
De acuerdo con medios nacionales, Pérez Ramírez estaba presuntamente vinculado con una estructura de sobornos vinculada al tráfico de combustibles en la región portuaria. Estas operaciones forman parte de lo que ha sido identificado como “huachicol fiscal”, esquema que implica la introducción y comercialización ilegal de hidrocarburos a través de puertos estratégicos del país.
La Secretaría de Marina confirmó la muerte del funcionario, aunque evitó precisar las causas al señalar que el caso se encuentra bajo investigación. A través de un mensaje oficial difundido en la red social X, la dependencia expresó sus condolencias: “La institución extiende su más sentido pésame y solidaridad a su familia, amigos y compañeros, reiterando que se les brindarán todos los apoyos necesarios y los que por ley corresponden”.
El fallecimiento del jefe de la Unidad de Protección Portuaria ocurre en un contexto de creciente escrutinio sobre las operaciones en Altamira, uno de los puertos industriales más relevantes del país. Inaugurado en 1985, este complejo portuario ubicado en la costa de Tamaulipas cuenta con 4.5 kilómetros de muelle y concentra actividades estratégicas de comercio e importación de insumos energéticos.
La noticia de su muerte ha generado repercusión en medios de comunicación debido a que el nombre de Abraham Pérez surgió recientemente en testimonios que apuntaban a irregularidades en la vigilancia y control de embarcaciones. El señalamiento de Torres Joaquín, exdirector de la Aduana en Tamaulipas, formó parte de una serie de acusaciones que han exhibido supuestos actos de corrupción dentro de las operaciones portuarias bajo supervisión de la Marina.
Mientras la investigación continúa, la confirmación oficial de la Marina cierra filas únicamente en torno al fallecimiento del funcionario y a los apoyos destinados a su familia, sin ampliar detalles sobre las circunstancias en las que ocurrió el suicidio reportado en Altamira.