A partir de información contenida en el expediente de la Fiscalía General de la República (FGR) y en correos internos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) filtrados por el colectivo de hacktivistas Guacamaya, salió a la luz un presunto robo de 100 armas de fuego y dos camionetas a una de las compañías señaladas por su presunta participación en el suministro de armamento a distintos grupos del crimen organizado.
La empresa involucrada es Servicios Terrestres de Seguridad Privada S.A. de C.V. (Seter), una de las cinco compañías mencionadas en el expediente federal relacionado con el empresario Raúl Rocha Cantú, dueño de Miss Universo, investigado por presuntos delitos de tráfico, compra y venta de armas, así como operaciones con recursos de procedencia ilícita. De acuerdo con la FGR, Seter figuró como parte de la red utilizada por Jorge Alberts Ponce, también identificado como Jorge Enrique Alberts Ponce, alias “Yoryi” o “Licenciado”, para distribuir armamento.
El expediente detalla que Alberts Ponce administraba y dirigía varias razones sociales, entre ellas Seter, Segurimex, Servicios Especializados de Investigación y Custodia, Servicios Integrales Valbon y Dinámica Seguridad Privada Consultores. Estas empresas operaban para facturar servicios de guardia y custodia, además de coordinar el remarcado de armamento bélico con destino a diversos grupos delictivos.
Entre los correos analizados, Latinus identificó 64 mensajes relacionados con Seter. Dos de ellos, fechados el 25 de diciembre de 2019, registran el reporte oficial del presunto robo. En el primero, Sedena documenta que, alrededor de las 7:30 horas, personas armadas ingresaron a la sede central de la empresa, ubicada en la alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México, y sustrajeron aproximadamente 100 armas —entre escopetas, ametralladoras y pistolas— además de dos camionetas Ford Ranger, una negra y una blanca, ambas de doble cabina.
Los reportes indican que los asaltantes aprovecharon el momento en que un custodio entraba tras comprar alimentos para someter al personal, dirigirse al área del armero y escapar por la avenida Xochimilco rumbo al municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. El documento G.A.O.I./4492 señala que el robo fue notificado a Seguridad Pública capitalina, aunque no especifica si se dio aviso al Ministerio Público federal, a pesar de tratarse de un delito de carácter federal.
La sustracción fue confirmada por el representante legal de Seter y por el jefe de seguridad de la empresa, el teniente coronel de infantería retirado Bernardo Rafael Sánchez Hernández, quien corroboró la pérdida del armamento. El expediente de Sedena apunta a que los hechos pudieron derivar de falta de precaución y pericia del personal, sin descartar que los responsables conocían la ubicación exacta del arsenal.
A casi siete años del incidente, no hay información pública que confirme si la FGR o el Ejército dieron seguimiento para identificar a los responsables o rastrear si alguna de las armas robadas estuvo involucrada en hechos violentos posteriores.