La administración del presidente Donald Trump delineó una serie de acciones para reforzar el control territorial en el hemisferio occidental, entre ellas el uso de fuerza letal contra cárteles que operan en la frontera con México, según un documento de 33 páginas consultado por el medio de comunicación Latinus. La Estrategia de Seguridad Nacional detalla los lineamientos con los que Estados Unidos pretende fortalecer su posición en la región y reactivar los principios de la Doctrina Monroe bajo un enfoque actualizado.
El texto indica que Washington contempla “despliegues dirigidos” para asegurar la frontera sur y enfrentar a los grupos criminales responsables del tráfico de drogas. Esta directriz plantea el empleo de fuerza letal “donde sea necesario”, una medida que, según la administración estadounidense, busca reemplazar lo que califica como décadas de estrategias fallidas centradas únicamente en la aplicación de la ley.
Además del reforzamiento fronterizo, la estrategia propone construir una red de aliados capaz de contener los flujos de migración irregular, frenar el tráfico de estupefacientes y consolidar la estabilidad regional tanto en tierra como en mar. La administración Trump afirma que pretende “cultivar y fortalecer nuevos socios”, sin dejar de impulsar la imagen de Estados Unidos como el socio económico y de seguridad más atractivo del continente.
El documento insiste en la necesidad de reajustar la distribución militar de Estados Unidos para responder a riesgos urgentes en el hemisferio. Esto incluye mantener una presencia significativa de la Guardia Costera y de la Marina con el fin de supervisar rutas marítimas estratégicas, impedir desplazamientos migratorios no autorizados y obstaculizar las redes de tráfico de personas y drogas.
La estrategia también considera un esquema de incentivos para aquellos gobiernos, partidos políticos y movimientos que adopten o respalden el enfoque estadounidense. No obstante, aclara que Washington no descartará relaciones con países que, pese a sostener perspectivas distintas, compartan intereses y estén abiertos a la cooperación.
“Recompensaremos y alentaremos a los gobiernos… ampliamente alineados con nuestros principios”, señala el texto, al tiempo que reconoce la importancia de dialogar con actores regionales que buscan áreas de entendimiento.
En consonancia con una reinterpretación contemporánea de la Doctrina Monroe, la administración Trump advierte que se tomarán medidas para evitar que competidores externos al hemisferio adquieran activos considerados esenciales dentro de la región. Esta línea apunta a preservar lo que Estados Unidos define como “preeminencia” en el hemisferio occidental, una noción que guía la mayor parte del planteamiento estratégico.
La propuesta, al presentar una combinación de presión militar, alianzas políticas y vigilancia territorial, busca posicionar a Estados Unidos como la fuerza dominante en la región, con una estrategia que integra seguridad fronteriza, control migratorio y defensa de intereses geopolíticos.