En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se advierte en un informe difundido ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que «El feminicidio persiste como una realidad y no se observan señales claras de que vaya en disminución”. En 2021, cuatro mil 473 mujeres fueron asesinadas en América Latina por razones de género, 12 al día.
Marcela Villalobos, presidenta de Amnistía Internacional México, alertó que, en medio de la militarización en nuestro país, los feminicidios siguen imparables. “Decir que se está aplicando una política para erradicar la violencia contra las mujeres, al mismo tiempo que se empodera a las Fuerzas Armadas, que se les dan más recursos y funciones en las calles, es totalmente contradictoria”, afirmó en entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio.
En 2021, las mayores tasas de feminicidio en AL se registraron en Honduras (4.6 por cada 100 mil mujeres), Dominicana (2.7) y El Salvador (2.4). El grupo de 15 a 29 años concentra los casos.
En México, 3 mil 750 mujeres fueron asesinadas en 2021, de las que 1.004 fueron clasificadas como feminicidios, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y hasta septiembre de este año ha habido 695 feminicidios, cifra que está por debajo de los 736 del mismo período del año pasado.
Las organizaciones sociales que trabajan con las víctimas ven fugas en toda la estructura estatal: en el sistema judicial, en la pobre formación en género de los funcionarios policiales, fiscales o judiciales, en la falta de educación en igualdad, en la dispersión o falta de recursos y, principalmente, en la impunidad.
Apenas el 25 por ciento de los casos de mujeres asesinadas se investigan como feminicidio porque hay mucha resistencia de las autoridades. “Los Estados no están garantizando la integridad de las mujeres ante contextos que cada vez son más graves, que no están suscritos en la violencia familiar sino en contextos más complejos de criminalidad”, denunció María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
A la violencia de género se ha sumado, con cada vez más visibilidad, la desaparición de niñas y mujeres.