Ecuador mantiene sus relaciones comerciales con México y sigue buscando mejorar sus vínculos políticos a pesar de la ruptura diplomática desde abril, tras la controversial incursión de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción.
El viceministro de Gobierno, Esteban Torres, reconoció en una entrevista con The Associated Press que, aunque ambos países tienen demandas en la Corte Internacional de Justicia, Ecuador está haciendo esfuerzos para dialogar. Sin embargo, se negó a ofrecer más detalles, remitiendo el tema a la Cancillería.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, afirmó recientemente en una entrevista radial que México es «uno de nuestros peores socios», con exportaciones ecuatorianas de 202 millones de dólares e importaciones de 702 millones de dólares. «Los mexicanos siguen felices con las relaciones comerciales», subrayó Noboa.
Desde la ruptura diplomática, Noboa y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, han mantenido posturas opuestas. Noboa critica el asilo otorgado a Glas, mientras que López Obrador condena la violación de la sede diplomática mexicana, una acción criticada por varios países del continente.
La Asamblea Nacional de Ecuador, dominada por la oposición, planea enjuiciar políticamente a la canciller Gabriela Sommerfeld y a la ministra del Interior, Mónica Palencia, responsabilizándolas por la irrupción en la embajada. Torres acusó a la Asamblea de intentar debilitar la posición internacional de Ecuador y ventilar documentos confidenciales.
Para destituir a las ministras, se necesitarían al menos 92 votos legislativos, algo que Torres considera poco probable. Noboa asumió la presidencia en noviembre pasado y gobernará hasta mayo de 2025, completando el mandato de Guillermo Lasso, quien disolvió la Asamblea el año pasado en medio de un juicio político.
En cuanto a la reelección de Noboa, Torres afirmó que sigue en pie y cuenta con el apoyo de los ecuatorianos a pesar de las impopulares medidas económicas recientes, como el aumento del impuesto al valor agregado del 12% al 15% y el incremento del precio de la gasolina en 26 centavos por galón, lo que anteriormente provocó violentas revueltas indígenas que paralizaron el país.