En una histórica y emblemática portada de la revista Time, Kamala Harris, actual vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata, aparece en un poderoso retrato en blanco y negro. Con la mirada firme y decidida, Harris se presenta ante el mundo como la nueva esperanza de su partido, en un momento que la revista describe como «su momento». Esta edición, fechada para el 28 de agosto, marca un punto crucial en la carrera de Harris hacia la presidencia, en la que se perfila como la figura capaz de moldear el futuro político de Estados Unidos.
La elección de Harris para la portada de Time no es casualidad. La revista compara «la multitud exuberante» que asiste a sus mítines con los primeros días de la campaña de Barack Obama, quien también fue inmortalizado en las portadas de este medio en varias ocasiones. La comparación no solo destaca la energía y entusiasmo que Harris ha generado, sino que también evoca recuerdos de uno de los presidentes más carismáticos y transformadores de la historia reciente del país.
El artículo principal de la edición, titulado «La reintroducción de Kamala Harris«, detalla el apoyo masivo que la vicepresidenta recibió durante un mitin en Philadelphia el pasado 6 de agosto. En este evento, Harris presentó a su nuevo compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz. Este anuncio marca una nueva etapa en su campaña, una que promete ser tan intensa como histórica.
La revista Time no escatima en elogios para Harris, señalando que «ha logrado el cambio en la percepción del Partido Demócrata más rápido en la historia política moderna». Este cambio se produjo después de que el presidente Joe Biden decidiera retirarse y cediera su candidatura a Harris, una decisión que ha revitalizado a la base demócrata y ha puesto a la candidata en el centro del escenario político.
Los números no mienten. En su primera semana como candidata oficial, la campaña de Harris recaudó la asombrosa cifra de 200 millones de dólares, una cantidad que representa las mejores 24 horas de cualquier candidato en la historia de la campaña presidencial. Además, más de 38 mil personas se registraron para votar en las 48 horas posteriores a su anuncio, lo que subraya el impacto inmediato y masivo de su candidatura.
Sin embargo, el camino de Harris no ha sido fácil. Durante años, sus habilidades políticas fueron cuestionadas dentro del propio partido. Time subraya que «los expertos se burlaron de su palabrería y sus encuestas sugirieron un atractivo limitado». Incluso su desempeño en las primarias presidenciales de 2020 fue considerado «acartonado», y su tiempo como vicepresidenta no inspiró la confianza que muchos esperaban.
Consciente de estos desafíos, la campaña de Harris ha adoptado una estrategia clara y directa. Se presenta como «una exfiscal que compite contra un delincuente convicto, una defensora del derecho al aborto que lucha contra el hombre que ayudó a revocar ‘Roe contra Wade’, y una demócrata de la próxima generación que pugna contra un republicano de 78 años». Esta narrativa busca resaltar no solo su experiencia, sino también su capacidad para enfrentarse a los retos más apremiantes de la nación.
No obstante, Harris deberá lidiar con el legado de la administración Biden, especialmente en temas críticos como la inflación y la crisis fronteriza, los cuales, según las encuestas, son determinantes para las próximas elecciones.
Esta no es la primera vez que Kamala Harris aparece en la portada de Time. A principios de agosto, la revista ya había mostrado a la vicepresidenta en su tapa, entrando desde la izquierda mientras Biden salía por la derecha, en un simbolismo claro del cambio de guardia dentro del Partido Demócrata. En 2019, también fue protagonista de la portada cuando competía en las primarias demócratas.