La tarde del 18 de septiembre, una violenta tormenta golpeó a la Ciudad de México, afectando a sus 16 alcaldías con fuertes vientos y lluvias. Una de las zonas más perjudicadas fue la alcaldía Gustavo A. Madero, donde se reportaron severos incidentes como la caída de árboles, apagones y daños en la infraestructura pública.
Ante la intensidad del fenómeno meteorológico, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) activó la alerta amarilla, advirtiendo sobre posibles granizadas y vientos intensos. Sin embargo, pocos previeron la magnitud del impacto que tuvo en diversas áreas, incluidas estaciones del Metro, avenidas principales y centros educativos.
Uno de los eventos más críticos ocurrió en la Línea B del Metro, donde dos árboles cayeron sobre las vías, lo que obligó a suspender el servicio entre las estaciones Río de los Remedios y Nezahualcóyotl. Esto dejó a miles de usuarios varados durante varias horas.
En la Avenida Eduardo Molina, otro árbol cayó sobre el cableado de alumbrado público, afectando la circulación vehicular. Los equipos de Protección Civil y la SGIRPC se movilizaron para remover los árboles caídos y restablecer el servicio eléctrico en las áreas afectadas.
Los vecinos de Gustavo A. Madero también sufrieron cortes de luz debido a la caída de postes y el daño al cableado en distintos puntos. Aunque en la mayoría de las zonas el servicio eléctrico se restableció antes del anochecer, algunos habitantes experimentaron apagones prolongados.
Medidas de emergencia y recomendaciones para la población
Gracias a la rápida intervención de las autoridades, se logró evitar daños mayores. Equipos de emergencia trabajaron de manera continua para retirar árboles y despejar las calles y avenidas afectadas. La SGIRPC reiteró la importancia de reportar incidentes y seguir las indicaciones de los canales oficiales para mantenerse a salvo.
Las autoridades también hicieron un llamado a la ciudadanía a tomar precauciones durante la temporada de lluvias, como evitar dejar objetos sueltos en las azoteas y podar árboles cercanos a cables eléctricos y estructuras frágiles.