La devastación provocada por el huracán John en Guerrero ha dejado una amarga marca en la memoria de los pobladores. A medida que el fenómeno meteorológico recuperó fuerza, las comunidades costeras se vieron afectadas por lluvias torrenciales y fuertes vientos. Este 26 de septiembre, en su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que cinco personas han perdido la vida, una tragedia que ha sacudido la Costa Chica y Acapulco.
Durante su intervención, López Obrador especificó que “en dos pueblos perdieron la vida cuatro personas y uno en Acapulco”, lamentando la situación que atraviesan las familias afectadas. Las autoridades ya se encuentran trabajando en un censo para identificar y atender a los damnificados, aunque el presidente enfatizó la necesidad de esperar a que las condiciones mejoren para llevar a cabo la evaluación completa de daños. “El censo lo vamos a iniciar en dos días más, ya que deje de llover y que tengamos ya una visión más amplia de los daños”, indicó.
Las brigadas de la Secretaría de Bienestar están listas para actuar, pero la seguridad de los voluntarios es prioritaria. “Elementos de los planes DN-III, Marina, Guardia Nacional y Protección Civil están en la zona, esperando a que la situación se estabilice”, añadió el presidente. El restablecimiento del suministro eléctrico también es un punto crucial; hasta ahora, se ha logrado reanudar el 95% de la energía en la Costa, aunque muchas colonias siguen enfrentando severas inundaciones.
Las inundaciones han afectado a más de 40 colonias en Acapulco, especialmente en la Zona Diamante, donde miles de familias se encuentran en riesgo. La situación ha obligado a las autoridades a suspender el suministro eléctrico, complicando aún más la crisis.
Este escenario de calamidad invita a reflexionar sobre la resiliencia de las comunidades afectadas. Los pobladores de Guerrero, acostumbrados a enfrentar adversidades, ahora se unen en un esfuerzo colectivo por reconstruir sus vidas. “Es momento de unir fuerzas y trabajar juntos para salir adelante”, dijo una habitante de Acapulco, quien ha perdido todo lo que tenía.
El paso del huracán John ha dejado claro que, aunque la naturaleza puede ser implacable, la solidaridad humana puede ser aún más fuerte. Con cada esfuerzo, cada brigada que llega a ayudar, cada voz que se levanta en apoyo, Guerrero se acerca a la recuperación. A medida que se inician las labores de censo y ayuda, la esperanza brilla en medio de la adversidad, demostrando que, incluso ante la tragedia, la comunidad puede reconstruir su futuro