El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ha sido citado a declarar este jueves en la región de Tarija por un caso que ha conmocionado a aquel país. El exmandatario enfrenta graves acusaciones de presunta trata de menores y estupro, hechos que están siendo investigados por la fiscalía boliviana.
Juan Lanchipa, fiscal general de Bolivia, confirmó la noticia: «Se han dispuesto la citación de las tres personas sindicadas en este caso, entre ellos el señor Evo Morales, y los padres de la presunta víctima para el 10 de octubre en la fiscalía departamental de Tarija», declaró a medios locales.
El caso ha generado controversia ya que Morales, líder del oficialismo y presidente de Bolivia entre 2006 y 2019, es señalado de estar involucrado en la violación de una menor con la que, supuestamente, habría tenido un hijo. Además, se le acusa de haber creado una red de jóvenes de entre 14 y 15 años para su disposición durante su mandato presidencial. Esta red, conocida como «Generación Evo«, estaría en el centro de las denuncias. El ministro de Justicia, César Siles, también se ha pronunciado sobre el caso, señalando que los padres de la presunta víctima habrían «lucrado» al entregar a su hija al exmandatario a cambio de favores.
El desarrollo del caso tomó un giro inesperado cuando la fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, fue destituida de su cargo después de intentar ejecutar una orden de aprehensión contra Morales. Gutiérrez denunció públicamente que fue despedida por el fiscal general debido a su insistencia en avanzar con la investigación. Sin embargo, un juez ordenó su restitución, y este lunes, Lanchipa confirmó que Gutiérrez retomó su puesto.
Ante las acusaciones, Evo Morales no ha guardado silencio. Desde su cuenta de X, Morales denunció lo que él llama «persecución política«. «El Lawfare es el nuevo Plan Cóndor: ya no asesinan con balas, ahora promueven asesinatos morales a través de sentencias contra los liderazgos populares», escribió el expresidente.
El Grupo de Puebla, que agrupa a figuras de la izquierda latinoamericana, también expresó su preocupación por lo que describen como una “campaña de lawfare” en contra de Morales, similar a las que enfrentaron otros líderes de la región como Lula da Silva o Cristina Fernández.
Este escándalo se desarrolla en medio de una creciente disputa política entre Morales y el actual presidente Luis Arce, quien es su sucesor en el Movimiento al Socialismo (MAS). La tensión ha escalado desde que Morales exigió públicamente la destitución de ministros clave de Arce, un acto que fue visto como un intento de golpe dentro del partido.