El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que los recientes actos de violencia contra concesionarios de Tesla serán catalogados como terrorismo doméstico. La decisión surge luego de una serie de protestas conocidas como «Tesla Takedown», en las que activistas han expresado su descontento por la relación entre el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, y la administración de Trump.
Las manifestaciones han sido motivadas por el papel de Musk en la eliminación de empleos en el gobierno federal y la cancelación de programas humanitarios internacionales. El empresario, quien lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), ha sido blanco de críticas por su influencia en las políticas de la Casa Blanca.
Durante un evento en la residencia presidencial, Trump defendió a Musk y advirtió a los manifestantes: «Si lo hacen contra Tesla o contra cualquier empresa, los vamos a atrapar y van a pasar por un infierno». En el mismo acto, el mandatario mostró su respaldo al fabricante de autos eléctricos al adquirir un Model S, un vehículo con un precio inicial de 80,000 dólares. Aunque Trump mencionó que ya no tiene permitido conducir, aseguró que su equipo utilizaría el automóvil en la Casa Blanca.
Las protestas han ido en aumento en distintas partes del país. En Portland, Oregón, unos 350 manifestantes se congregaron frente a un concesionario Tesla la semana pasada, mientras que en Nueva York nueve personas fueron arrestadas en una manifestación similar. Además, se han reportado ataques vandálicos contra vehículos y salas de exhibición de la marca.
En medio de la controversia, las acciones de Tesla experimentaron una recuperación del 4% el martes, tras haber sufrido su peor caída en un solo día en más de cuatro años. La compañía ha perdido la mitad de su valor de mercado desde diciembre, en gran parte debido a la disminución en ventas y ganancias, las protestas contra la actividad política de Musk y la preocupación de los inversionistas sobre su compromiso con la empresa.
A pesar de estos desafíos, Musk reafirmó su compromiso con el crecimiento de Tesla. «Como resultado de las excelentes políticas del presidente Trump y su administración, Tesla va a duplicar la producción de vehículos en el país dentro de los próximos dos años», declaró. Sin embargo, no mencionó su anterior promesa de aumentar las ventas entre un 20% y 30% este año.
Trump, por su parte, reiteró su apoyo a Musk a través de su red social Truth Social, donde lo calificó como «un verdadero gran estadounidense» que está «arriesgándolo todo» para ayudar al país. Musk le agradeció públicamente desde su plataforma X.
Este respaldo de Trump a la industria automotriz eléctrica contrasta con su decisión de revocar una orden ejecutiva de 2021 que promovía la venta de vehículos eléctricos en Estados Unidos. A pesar de ello, Musk se mantiene en Washington asegurando que continuará al frente de Tesla mientras siga siendo útil en el ámbito político.