Miles de manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Parlamento argentino para respaldar los reclamos de los jubilados, quienes exigen mejores pensiones, cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, cuyo vencimiento está previsto para el próximo domingo.
La movilización, que inició con tranquilidad a las 17:30 horas, se desarrolló en un contexto de alta tensión, con la presencia de aproximadamente 2 mil agentes de seguridad, calles cortadas y vallas de contención. La represión de la semana anterior, que dejó más de 120 detenidos y medio centenar de heridos, sigue resonando en la memoria colectiva.
Docentes universitarios, sindicatos y diversas organizaciones sociales se sumaron a la manifestación, ondeando banderas y exhibiendo pancartas en señal de apoyo. La indignación sigue latente, reflejada con frustración en los manifestantes: «Cuando trabajaba me alcanzaba para vivir, ahora que estoy jubilada no. Tengo un trabajo extra para mantenerme. Pero no vengo por mí, vengo por todos los jubilados que no pueden venir».
El operativo de seguridad se desplegó en un radio de 100 metros alrededor del Parlamento, restringiendo la circulación vehicular y controlando el ingreso de personas. Las tensiones fueron en aumento a medida que la multitud avanzaba, mientras las fuerzas de seguridad mantenían una vigilancia constante.
El impacto de la represión anterior sigue presente. Entre los heridos de aquella jornada se encuentra el fotógrafo Pablo Grillo, quien permanece en estado grave tras recibir un impacto de gas lacrimógeno en la cabeza. La indignación crece ante episodios de violencia que, según los manifestantes, podrían haberse evitado.
La marcha de los jubilados refleja una lucha que no se detiene. El reclamo es claro y contundente: garantizar condiciones dignas para quienes han trabajado toda su vida. La atención está puesta en las decisiones gubernamentales de los próximos días y en cómo responderán las autoridades ante una demanda que, lejos de apagarse, se fortalece con cada nuevo paso en las calles de Buenos Aires.