El papa Francisco regresó a casa en el Vaticano tras superar un grave episodio de neumonía que lo mantuvo hospitalizado durante cinco semanas en el hospital Gemelli. A sus 88 años, el pontífice fue visto ingresando en un convoy por la puerta Perugino de la Ciudad del Vaticano, con tubos nasales para recibir oxígeno suplementario.
Antes de su regreso, hizo una parada especial en la basílica de Santa María la Mayor para orar ante su imagen favorita de la Virgen, un gesto que ha mantenido después de cada viaje al extranjero. Sin embargo, no se ha confirmado si descendió del vehículo en esta ocasión.
Desde el balcón del hospital Gemelli, Francisco saludó a cientos de fieles reunidos para despedirlo. A pesar de su evidente cansancio, levantó el pulgar y esbozó una señal de la cruz mientras la multitud coreaba «¡Viva el papa!» y «Papa Francesco». «Veo a esta mujer con las flores amarillas. ¡Brava!», exclamó el pontífice con una débil sonrisa.
Los médicos que supervisaron su recuperación recomendaron evitar reuniones multitudinarias y esfuerzos excesivos, aunque confían en que podrá retomar progresivamente sus actividades normales. Esta hospitalización, la más prolongada de su papado de 12 años y la segunda más larga en la historia reciente del Vaticano, mantuvo en vilo a los fieles durante 38 días.
El Vaticano, en plena celebración del Año Santo 2025, ha seguido recibiendo peregrinos en la basílica de San Pedro. Mientras tanto, las pantallas de la Plaza transmitieron en vivo la aparición del papa desde el hospital, generando una ola de alivio entre los asistentes.
En la residencia de Santa Marta, donde el papa vive en una suite del segundo piso, no se han realizado cambios especiales. Sin embargo, contará con oxígeno suplementario y atención médica constante según lo requiera. Aunque la infección pulmonar ha sido tratada con éxito, continuará con medicación y terapias para fortalecer sus pulmones.
El doctor Sergio Alfieri, coordinador del equipo médico, destacó la gravedad del caso y confirmó que la vida del pontífice estuvo en peligro en dos ocasiones. Sin embargo, un indicio de su recuperación fue su respuesta matutina al equipo médico: «Sigo vivo».
El Vaticano aún no confirma próximos eventos, como la audiencia con el rey Carlos III o su participación en los servicios de Pascua. No obstante, los médicos esperan que Francisco esté lo suficientemente recuperado para viajar a Turquía en mayo y participar en un importante aniversario ecuménico. Mientras tanto, los fieles continúan expectantes, confiando en su pronta reincorporación a la agenda papal.