Una doble fuga en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) encendió las alarmas en la costa de Tabasco este fin de semana. El incidente, confirmado por la empresa estatal, involucró un ducto que conecta la Plataforma Akal-C con la Terminal Marítima Dos Bocas (TMDB), en el municipio de Paraíso. Según el comunicado oficial, ya se instalaron dos abrazaderas metálicas para contener el derrame y se avanza con los trabajos de verificación de hermeticidad para reactivar el sistema.
El reporte técnico de Pemex detalló que parte del volumen de aceite derramado logró alcanzar la costa, generando preocupación entre los habitantes locales. En respuesta, personal especializado de la empresa activó de inmediato protocolos de limpieza con el objetivo de mitigar el impacto ambiental. Las labores se encuentran en curso, con la expectativa de ser concluidas en las próximas horas.
La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), también intervino. El organismo anunció que abrirá una investigación sobre el suceso y solicitará a Pemex información detallada sobre lo ocurrido. Esta acción se enmarca dentro de los procedimientos de supervisión ambiental y energética establecidos a nivel nacional.
Desde el fin de semana, vecinos de la zona costera de Paraíso reportaron en redes sociales la aparición de una sustancia negra y viscosa que cubría la arena y el agua. Las imágenes, que circularon ampliamente, mostraban rastros del hidrocarburo afectando tanto a la flora como a la fauna local. Estos registros coincidieron con las primeras acciones oficiales por parte del ayuntamiento, que también documentó visualmente el impacto ambiental.
En una publicación reciente, el gobierno municipal difundió fotografías en las que se observa a un grupo de funcionarios inspeccionando el sitio del derrame, incluyendo representantes de Pemex. Esta intervención conjunta entre autoridades locales y federales refleja la dimensión del evento y la prioridad que se le ha otorgado.
La atención continúa centrada en el avance de las labores de limpieza y en la evaluación del impacto ecológico, así como en las acciones que ASEA podría tomar tras su investigación. Mientras tanto, la comunidad local permanece atenta a los resultados de las inspecciones y a las medidas que se determinen para prevenir futuros incidentes en una zona estratégica para la industria energética del país.