En una decisión contundente y sin previo aviso, Estados Unidos activó la suspensión inmediata de todas las importaciones de ganado vivo, caballos y bisontes provenientes de México. La medida responde a la propagación acelerada del gusano barrenador, un parásito letal para el ganado que ha encendido las alarmas sanitarias en el hemisferio norte.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. confirmó la detección del parásito en regiones remotas de México, incluyendo los estados de Oaxaca y Veracruz. La situación ha escalado a un punto crítico, motivando la acción urgente para proteger a la industria ganadera estadounidense. Desde Washington, se ha activado la orden que faculta al Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) y a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para bloquear el ingreso de animales originarios o en tránsito por territorio mexicano.
La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke L. Rollins, subrayó que esta decisión responde a la necesidad de resguardar la seguridad alimentaria y animal del país. El impacto económico es un factor reconocido, pero la prioridad recae en evitar consecuencias mayores. “El secretario Berdegué y yo hemos colaborado estrechamente en la respuesta del NWS; sin embargo, es mi deber tomar todas las medidas a mi alcance para proteger a la industria ganadera en Estados Unidos de esta devastadora plaga”, señaló Rollins.
El gusano barrenador, cuya presencia se detectó por primera vez en noviembre pasado, ha ido expandiéndose a un ritmo alarmante. El gobierno estadounidense atribuye parte del avance a la ineficacia de las medidas preventivas implementadas por las autoridades mexicanas. El comunicado menciona además el avance del virus del papiloma bovino, lo que eleva aún más la preocupación en la región fronteriza.
Desde México, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, calificó la decisión como unilateral y lamentó que no contribuya a la estrategia conjunta para combatir la plaga. A pesar de las tensiones diplomáticas, el cierre del flujo ganadero se mantendrá por lo menos durante 15 días, periodo en el que se evaluará el progreso en el control del parásito.
“La protección de nuestros animales y la seguridad del suministro de alimentos de nuestra nación es un asunto de seguridad nacional de suma importancia. No se trata de política ni de castigar a México”, declaró el gobierno estadounidense, dejando claro que la prioridad es evitar que el brote cruce definitivamente la frontera.