La reciente declaración de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, ha colocado a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, en el centro de un nuevo foco de tensión diplomática. Durante una conferencia de prensa encabezada por Donald Trump, la funcionaria estadounidense expresó su condena hacia Sheinbaum por supuestamente incitar manifestaciones en la ciudad de Los Ángeles.
La crítica de Noem surgió tras una serie de protestas registradas en esa ciudad, en las que algunos participantes expresaron su descontento por la política migratoria estadounidense. Noem afirmó que la presidenta mexicana había solicitado más protestas y calificó esta acción como un aliento a la violencia. “Claudia Sheinbaum salió y pidió más protestas en Los Ángeles, y yo la condeno por eso. Ella no debería estar alentando las protestas violentas que están ocurriendo”, señaló durante su intervención.
En el mismo evento, la secretaria también respaldó la reciente decisión del presidente Trump de desplegar elementos de la Guardia Nacional en territorio angelino. “Estoy increíblemente orgullosa del presidente por activar a los guardias nacionales y por enviar a estos marines”, manifestó.
Por su parte, Claudia Sheinbaum se pronunció un día antes pidiendo a las autoridades estadounidenses respeto al Estado de derecho en todos los procesos migratorios. La mandataria mexicana no se refirió directamente a actos de protesta ni hizo un llamado explícito a la movilización ciudadana, aunque su mensaje fue interpretado por voces republicanas como una incitación.
En paralelo, Trump calificó como “disturbios” las manifestaciones recientes en Los Ángeles y emitió declaraciones desde Nueva Jersey que generaron nuevas controversias. Sin hacer referencia a ningún incidente puntual, declaró que respondería con violencia a cualquier agresión dirigida contra las fuerzas de seguridad. “Si escupen, nosotros golpeamos”, afirmó tajantemente ante los medios.
Las reacciones a estos comentarios no se hicieron esperar. Analistas han señalado que este tipo de mensajes podrían aumentar la polarización en un contexto ya marcado por tensiones migratorias, desafíos diplomáticos y un ambiente político cada vez más cargado entre ambos países.
A medida que avanza el año electoral en Estados Unidos, este tipo de declaraciones cruzadas tiende a multiplicarse. La postura de figuras clave como Noem y Trump confirma que el tema migratorio continuará siendo un eje de confrontación política y mediática entre Washington y Ciudad de México.
En este escenario, la diplomacia se vuelve cada vez más compleja y los gestos públicos adquieren un peso considerable en la narrativa binacional. Las implicaciones aún están por desarrollarse, mientras las declaraciones siguen ocupando titulares.