Estados Unidos reforzó su compromiso internacional de impedir que Irán acceda a tecnología nuclear durante una serie de reuniones clave encabezadas por el secretario de Estado, Marco Rubio. En medio del conflicto armado entre Israel e Irán, que suma ya siete días consecutivos de ataques, Rubio sostuvo conversaciones telefónicas con sus homólogos de Francia y Australia, según informó la portavoz Tammy Bruce.
En ambos diálogos, realizados con Jean-Noël Barrot, ministro de Exteriores francés, y Penny Wong, ministra australiana de Asuntos Exteriores, el titular de la diplomacia estadounidense abordó la situación actual en Medio Oriente. La agenda incluyó el repunte de violencia entre Teherán y Jerusalén, así como el impacto regional que podría derivarse de una escalada militar en la zona.
La portavoz Bruce explicó que los tres funcionarios coincidieron en mantener una coordinación estrecha. “El secretario Rubio acordó con sus homólogos continuar la estrecha colaboración para garantizar que Irán nunca desarrolle ni adquiera un arma nuclear”, expresó de manera oficial.
Ese mismo día, el presidente Donald Trump informó que esperará al menos dos semanas antes de tomar una decisión sobre la posible participación de las fuerzas armadas estadounidenses en los bombardeos que Israel ha iniciado contra territorio iraní. Este anuncio se da en un contexto de alta tensión internacional, con múltiples actores observando de cerca el desarrollo del conflicto.
Además de las llamadas internacionales, Rubio sostuvo una reunión presencial en Washington con el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy. Ambos diplomáticos reafirmaron la posición común sobre el programa nuclear iraní. “Coincidieron en que Irán jamás podrá desarrollar ni adquirir un arma nuclear”, detalló el reporte.
El encuentro bilateral entre Estados Unidos y Reino Unido también abordó otros temas de cooperación estratégica. Entre ellos, destacó la discusión sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como los preparativos para la cumbre de la OTAN, programada para celebrarse la próxima semana en La Haya.
La actividad diplomática liderada por Marco Rubio se produce en un entorno de creciente presión internacional, en el que diversas naciones buscan evitar un nuevo foco de guerra en el Golfo Pérsico. Las acciones coordinadas por Washington con sus aliados europeos y del Pacífico Sur reflejan un esfuerzo multilateral por disuadir el avance nuclear iraní, en paralelo a las decisiones militares que se evalúan desde la Casa Blanca.