El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomará una decisión en las próximas dos semanas sobre la participación o no del país en el conflicto armado entre Irán e Israel, según lo confirmó este jueves la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Leavitt citó de forma directa un mensaje del mandatario estadounidense en el que adelantó que la definición de su postura dependerá de un posible proceso de diálogo con Irán: “Basándome en el hecho de que hay una posibilidad sustancial de negociaciones que pueden o no tener lugar con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión de ir o no en las próximas dos semanas”.
Durante la misma comparecencia ante medios, la funcionaria señaló que la posición de Trump respecto a Irán no representa una novedad, ya que ha sostenido durante años la necesidad de frenar el desarrollo de armamento nuclear por parte del país persa.
“Nadie debería sorprenderse”, afirmó, recordando que el presidente ha reiterado en múltiples ocasiones su rechazo a que Irán acceda a tecnología nuclear, tanto en su rol actual como en sus actividades previas como ciudadano.
También recordó que Trump, en 2011, defendió como prioridad de Estados Unidos la eliminación de las ambiciones nucleares iraníes, mientras que en 2015 lo consideró una amenaza directa para Israel, los aliados en Medio Oriente y la seguridad nacional de su propio país.
En días recientes, diversos medios estadounidenses han filtrado que existen planes militares preliminares para una posible ofensiva contra Irán, aunque no hay confirmación oficial de que se haya tomado una decisión definitiva al respecto. Las versiones aseguran que Trump ha revisado estos escenarios con su equipo de seguridad nacional.
Este nuevo punto de tensión internacional se da en medio de un conflicto armado que cumple siete días de intercambios de misiles entre Irán e Israel. Las cifras oficiales confirman al menos 224 personas fallecidas, aunque medios internacionales han advertido que el número real podría ser superior.
En Irán, el gobierno ha ordenado el cierre total del acceso a internet y ha prohibido grabaciones y fotografías en la vía pública, especialmente en zonas bombardeadas. A pesar de las restricciones, algunas imágenes de cuerpos sin vida han logrado filtrarse en redes sociales y medios internacionales, reflejando la crudeza del conflicto.
La escalada bélica ha provocado evacuaciones masivas en varias regiones y mantiene a miles de personas en desplazamiento, mientras líderes de ambos países continúan endureciendo sus posturas sin señales visibles de contención diplomática.