La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este martes que 14 migrantes mexicanos se encuentran detenidos en una instalación migratoria dentro de la base estadounidense de Guantánamo, conocida coloquialmente como «Alligator Alcatraz». La mandataria aseguró que su administración ya está en proceso de gestionar su deportación inmediata a territorio nacional.
Desde la Presidencia, se detalló que se están siguiendo los protocolos diplomáticos habituales, incluyendo el envío de una nota formal a través de la embajada de México en Estados Unidos. Paralelamente, los consulados mexicanos en el país vecino están realizando gestiones activas para que los connacionales regresen a México lo antes posible.
Esta instalación específica dentro de Guantánamo, el Centro de Operaciones Migratorias, opera como un punto de retención para personas interceptadas mientras intentaban ingresar de forma irregular a Estados Unidos por vía marítima. Aunque Guantánamo es globalmente conocida por haber albergado a sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el centro migratorio se encuentra en una sección separada de la base naval.
Históricamente, este centro ha recibido a migrantes provenientes, en su mayoría, de Haití y Cuba. Su estructura es modesta: se trata de un espacio con apenas unos cuantos edificios, sin capacidad logística para albergar grandes cantidades de personas. De hecho, carece de la infraestructura para recibir a las 30 mil personas que, en su momento, el expresidente Donald Trump sugirió podrían ser enviadas a Guantánamo.
En este contexto, la confirmación del gobierno mexicano sobre la presencia de ciudadanos nacionales en esta instalación pone sobre la mesa un tema poco conocido: el uso de este centro para migrantes que no son originarios del Caribe. La situación de estos 14 mexicanos detenidos se ha convertido en una prioridad para el gobierno federal, que ya moviliza recursos diplomáticos y consulares para lograr su retorno.
La información difundida por Sheinbaum apunta a una estrategia coordinada entre las instancias diplomáticas mexicanas en EE. UU. y el gobierno federal. Sin entrar en detalles sobre las circunstancias de la detención, la mandataria subrayó el objetivo central: asegurar que los connacionales sean devueltos a México de manera expedita y conforme a las leyes internacionales.