El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, aseguró que el Cártel de Sinaloa no ha llegado a su fin, pese a los golpes que ha sufrido con las recientes capturas de algunos de sus integrantes. Durante la conferencia matutina encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, el funcionario destacó que esta organización criminal continúa operando mediante distintas células y que aún quedan líderes importantes en libertad.
“No, no puede estar terminado el Cártel (de Sinaloa) porque hay varias cabezas de esto que fue en su momento el Cártel de Sinaloa. Pues todavía hay células y líderes importantes que tienen que ser detenidos (…) están mermadas ciertas facciones del Cártel de Sinaloa”, afirmó Harfuch.
El secretario precisó que, aunque la estructura ha sido debilitada, no se puede hablar de una desarticulación completa, ya que persisten diferentes frentes que mantienen operaciones en distintos puntos.
Mientras tanto, autoridades de Estados Unidos han señalado que el cártel se encuentra “decapitado” después de las detenciones más recientes y confían en que Ismael “El Mayo” Zambada coopere con información valiosa a cambio de beneficios en su sentencia.
Zambada fue detenido en julio de 2023 cuando aterrizó en el aeropuerto de Santa Teresa, en Nuevo México, a bordo de una avioneta en la que viajaba junto a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Según lo declarado por el propio capo, habría sido víctima de una trampa organizada por Guzmán López para entregarlo a las autoridades estadounidenses.
El líder histórico del Cártel de Sinaloa se declaró culpable de dos cargos de narcotráfico ante la Corte del Distrito Este de Nueva York. En el proceso judicial aseguró que durante más de cincuenta años sobornó a políticos y funcionarios mexicanos con el objetivo de mantener el funcionamiento de sus operaciones ilícitas.
Frente a estas revelaciones, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que es necesario investigar a fondo los presuntos casos de corrupción ligados a “El Mayo” Zambada. “Por supuesto, estamos en contra de cualquier soborno o acto de corrupción que tenga que ver particularmente con el tema de seguridad, entonces cualquier investigación es buena”, expresó durante la conferencia.
La mandataria reiteró que su administración mantiene una política de cero tolerancia a la corrupción y subrayó la importancia de que se sancione cualquier vínculo de servidores públicos con la delincuencia organizada.
Con este posicionamiento, el gobierno federal fija una línea clara frente al proceso judicial que enfrenta Zambada en Estados Unidos, mientras las autoridades nacionales continúan con labores de inteligencia e investigación para detener a los miembros que siguen operando dentro del Cártel de Sinaloa.