Con la cuenta regresiva en marcha, los republicanos están a punto de cerrar el margen necesario para tomar el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Tras las elecciones generales del 5 de noviembre, aún se espera el conteo final de votos en 19 distritos, la mayoría de ellos en estados del oeste donde el proceso suele avanzar más lentamente debido a la alta competencia y complejidad en estos distritos clave.
Según las proyecciones de Edison Research, los republicanos han asegurado 212 de los 435 escaños en disputa. Para obtener el control de la Cámara, necesitan seis escaños más, un número que los mantiene a la expectativa en un momento crítico. “Estamos observando cada voto y cada distrito. Cada escaño cuenta”, declaró un portavoz del Partido Republicano, enfatizando la importancia de esta elección para la agenda de su partido.
La situación en los distritos aún no definidos refleja un mapa electoral dividido. De los 19 escaños en espera, 10 están en manos republicanas y 9 en manos demócratas. Catorce de estos escaños fueron considerados competitivos antes de la elección, lo que ha añadido tensión en la espera de resultados finales. Estados como Nevada y Colorado, donde el proceso ha sido más pausado, aún tienen distritos por confirmar, lo que podría ser decisivo para definir la composición final de la Cámara.
La potencial mayoría republicana en la Cámara de Representantes, sumada al control del Senado, representa una oportunidad para que el presidente electo Donald Trump, quien asumirá en enero, impulse su visión política con menos trabas legislativas. La administración entrante ya ha señalado una serie de objetivos ambiciosos, como recortes fiscales, reformas en el sector energético, y una revisión de las políticas de seguridad fronteriza. “Es momento de un cambio real, y esta mayoría legislativa nos permitirá hacerlo”, afirmó un miembro cercano al equipo de transición de Trump.
Mientras tanto, la situación en el Senado ya es favorable para los republicanos, aunque los demócratas lograron una importante victoria en Nevada con la reelección de la senadora Jacky Rosen. Esto demuestra que, aunque el mapa general es favorable a los republicanos, los demócratas han logrado mantener puntos estratégicos de resistencia.
La demora en el conteo de votos en estados occidentales tiene sus razones. Algunos distritos han experimentado un alto volumen de participación y una complejidad adicional en la verificación de votos debido a factores demográficos y logísticos. “Queremos un conteo preciso y justo, y estamos tomando todas las medidas para que cada voto sea contado adecuadamente”, explicó un funcionario electoral de Colorado, donde el distrito 3, bajo el liderazgo del republicano Jeff Hurd, sigue a la espera de resultados finales.
Si los republicanos logran estos seis escaños restantes, consolidarán un control absoluto sobre el Congreso, lo que les permitiría avanzar en su agenda sin los obstáculos legislativos habituales. En este escenario, la política de Estados Unidos podría ver un giro significativo hacia posiciones conservadoras en temas económicos, energéticos y de inmigración.