Los pronósticos meteorológicos señalan que el fenómeno conocido como «La Niña» está en proceso de formación, lo que podría traducirse en un aumento en la intensidad de los huracanes y un verano más lluvioso de lo habitual en México.
Según los expertos del Sistema de Alerta Meteorológica de Estados Unidos, hay una probabilidad del 70 % de que «La Niña» se manifieste próximamente, comenzando a hacer sentir sus efectos en territorio mexicano a partir de mayo. Este fenómeno conllevará a una disminución en las temperaturas, así como a huracanes más potentes y precipitaciones más intensas en ciertas regiones del país.
Los análisis meteorológicos indican que durante la presencia de «La Niña», los veranos en México suelen ser más lluviosos en el sur y sureste, lo que aumenta el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra. Por otro lado, se observa una reducción en las lluvias en el norte y centro del país, lo que incrementa la amenaza de sequías.
En cuanto a la actividad ciclónica, «La Niña» viene acompañada de una temporada de huracanes en el Atlántico que se prevé sea más intensa de lo habitual. Expertos de la Universidad de Miami han alertado sobre un mayor riesgo de actividad ciclónica debido a este fenómeno.
La combinación de la anomalía térmica en las aguas oceánicas y la posible influencia de «La Niña» plantea un escenario preocupante para los especialistas en clima, quienes advierten sobre el potencial impacto en la temporada de huracanes del 2024.
«La Niña» es un patrón climático que se manifiesta en el océano Pacífico tropical, caracterizado por el enfriamiento de las temperaturas del agua en la región ecuatorial. Este fenómeno afecta los patrones climáticos a nivel global, alterando las temperaturas y las precipitaciones en diferentes partes del mundo, incluyendo México.
Aunque no sigue una periodicidad precisa, «La Niña» suele presentarse cada 2 a 7 años. El último evento registrado ocurrió entre 2020 y 2021.