La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha afirmado que el anuncio de Donald Trump sobre la imposición de aranceles a la industria automotriz no impactará inicialmente a las empresas que ya operan en México. Sin embargo, reconoce que podría afectar a aquellas que no tienen producción local, como algunas armadoras chinas.
En una entrevista con Excélsior, Odracir Barquera, director de la AMIA, explicó que la cadena de valor del sector automotriz entre México, Estados Unidos y Canadá se ha desarrollado durante 30 años y no depende de las decisiones de una sola empresa. Barquera subrayó que las propuestas arancelarias de Trump no tendrán repercusiones en México para las empresas que ya están presentes y cumplen con los requisitos de contenido nacional de los tratados comerciales.
Barquera aclaró que las medidas arancelarias propuestas por Trump, en caso de ganar la presidencia, se centrarían en vehículos producidos en México por empresas chinas, y que estas no tendrían un impacto real en México, ya que estas empresas aún no invierten en el país.
La Industria Nacional de Autopartes (INA) señaló en un comunicado que la planta de Tesla siempre fue un proyecto condicionado a la demanda mundial de vehículos eléctricos. INA coincidió en que la fortaleza de la cadena de suministro en la región no depende de eventualidades ni de decisiones externas a la realidad competitiva de México y Estados Unidos.
Luis Adrián Muñiz, economista para México de Vector Casa de Bolsa, comentó que aunque la inversión de Tesla sería significativa, no es el único proyecto de gran envergadura que podría llegar al país gracias al fenómeno del nearshoring. Muñiz señaló que, aunque la inversión es considerable, la decisión de Tesla envía un mensaje a los inversionistas sobre la necesidad de ser cautelosos debido a la incertidumbre electoral.