Amnistía Internacional emitió un informe en el que acusa a la administración del presidente Donald Trump de haber recurrido a herramientas de inteligencia artificial (IA) para rastrear, vigilar y facilitar la deportación de migrantes, refugiados y solicitantes de asilo. La organización señaló que el alcance de estas tecnologías representó un riesgo directo para comunidades enteras, particularmente para personas que expresaban apoyo público a la causa palestina.
De acuerdo con la oenegé global, sistemas desarrollados por Babel Street y Palantir jugaron un papel central en la capacidad de las autoridades estadounidenses para identificar conductas, analizar publicaciones en redes sociales y seguir los movimientos de individuos con el fin de determinar si sus visados podían ser revocados. La práctica formó parte de la iniciativa gubernamental denominada “Capturar y revocar”.
Erika Guevara Rosas, directora de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional, advirtió en un comunicado que este mecanismo “amenaza con exacerbar las revocaciones arbitrarias e ilegales de visado, las deportaciones y las violaciones de una multitud de derechos humanos”.
La iniciativa, impulsada por el Departamento de Estado, estaba enfocada en monitorear redes sociales para ubicar a personas “oriundas de países extranjeros que parecen apoyar a Hamás o a otros grupos terroristas reconocidos”, con la finalidad de cancelar sus visas, según reveló el Centro Brennan, un instituto apartidista e independiente.
El informe detalla que desde 2019 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) utiliza Babel X, plataforma de Babel Street que permite recopilar enormes cantidades de datos de un individuo. A su vez, el Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE) emplea desde 2014 el sistema de Palantir, Gestión Integrada de Casos, que evolucionó a Immigration OS. Esta herramienta integra procesos de selección y aprehensión, y puede supervisar incluso la autodeportación en tiempo real.
Según Amnistía Internacional, la automatización que ofrece Immigration OS refuerza un esquema “ya de por sí muy deficiente y carente de rendición de cuentas”, con antecedentes de violaciones al debido proceso y a los derechos humanos.
La organización sostiene que estas prácticas reflejan “un desprecio total” por la libertad de expresión, el derecho a la igualdad, la no discriminación y la reunión pacífica, al convertir a migrantes y refugiados en blancos explícitos de sistemas basados en inteligencia artificial. Entre las consecuencias identificadas, señaló un patrón de detenciones ilegales, deportaciones masivas y un ambiente de temor que intensificó el “efecto disuasorio” en comunidades migrantes y estudiantes internacionales.
En julio pasado, Amnistía contactó a Babel Street y Palantir para solicitar su postura sobre los hallazgos. Palantir respondió que sus productos no habían sido usados en la iniciativa “Capturar y revocar” y aseguró que no violan derechos de migrantes, mientras que Babel Street no ofreció comentarios.
Amnistía concluyó que ambas compañías “podrían haber previsto razonablemente el riesgo de causar daño a la población migrante y a defensores de la causa palestina”, y cuestionó que no reconsideraran la relación de sus programas de inteligencia artificial con el gobierno de Trump.