Tras cuatro años de idas y vueltas, la Administración de Andrés Manuel López Obrador ha anunciado la venta del avión presidencial. La aeronave fue adquirida por el Gobierno de Tayikistán por 1.659 millones de pesos, alrededor de 92 millones de dólares al tipo de cambio actual. El aparato fue comprado por 7.500 millones de pesos (218 millones de dólares) en el mandato de Felipe Calderón (2006-2012).
El presidente mexicano dijo que las autoridades tayikas depositaron el dinero en la cuenta bancaria del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) y que el monto de la venta iba a invertirse en la construcción de dos hospitales en dos de las zonas más pobres de México: Tlapa (Guerrero) y Tuxtepec (Oaxaca), en el sur del país. Las clínicas serán construidas por la Secretaría de la Defensa Nacional, el principal compañero de viaje de López Obrador durante su gestión.
El Boeing 787-8 fue comprado por Calderón poco antes de concluir su mandato, pero estrenado por su sucesor, Enrique Peña Nieto. Tras ganar las elecciones y tomar posesión en diciembre de 2018, López Obrador aseguró que iba a vender el lujoso aparato como una promesa de campaña. “No lo tiene ni Obama ni Trump”, dijo el presidente sobre el avión, en una de sus frases más recordadas. Fue una de sus mayores declaraciones de intenciones: acabar con los excesos y lujos del pasado y destinar los recursos al Indep, un órgano que se encarga de subastar y recuperar bienes de criminales y funcionarios corruptos.
El avión fue enviado a California en busca de un nuevo dueño, pero los compradores no aparecieron y tuvo que volver a México. Entre los rumores de interesados han estado desde millonarios hasta tribus indígenas de Estados Unidos. También se ofreció al Gobierno de Argentina a mediados del año pasado. Incluso se anunció que se iba a alquilar para bodas y fiestas de quinceañeras.
En mayo de 2019, el avión fue valorado en 130 millones de pesos. “Tampoco queremos rematarlo, se tiene que vender a precio de avalúo y no han querido comprarlo”, lamentó López Obrador en marzo del año pasado.
En estos años, el Gobierno mexicano realizó una rifa simbólica en mayo de 2020. Un centenar de afortunados ganaron uno de los premios, que ascendían a 2.000 millones de pesos en total. El avión, sin embargo, se quedó estacionado en un hangar a la espera de encontrar a alguien interesado y acumular gastos de mantenimiento. Además, comunidades rurales, como El Nacimiento en el Estado Chiapas, acusaron que recibieron amenazas después de que ganaron uno de los premios de 20 millones de pesos de la rifa simbólica.
Jorge Mendoza, director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), ha explicado que una delegación de Tayikistán se desplazó hasta México para cerrar la transacción. La venta generará “un ahorro de más de 332 millones de pesos” de intereses que pagaba el Gobierno federal a Banobras por el arrendamiento. Tayikistán es gobernado por el presidente Emomali Rahmon, que ha estado en el poder desde 1992. Ha ganado cinco elecciones desde entonces, la última en 2020 con el 92% de los votos, entre críticas por su autoritarismo y por la falta de garantías democráticas.
López Obrador ha adelantado que la próxima semana dará más información sobre el avión. “Vamos a hablar sobre la poca utilidad de este avión y lo costoso de su mantenimiento”, ha dicho. “No puede haber ostentación, no puede haber derroches”, ha comentado el presidente, mientras se mostraban imágenes de la aeronave en el video.