La Cámara de Diputados aprobó en diciembre pasado una reforma al Reglamento con el objetivo de abordar el rezago legislativo en San Lázaro, que asciende a casi 10 mil iniciativas pendientes de dictamen.
Esta cifra se compone de 5,030 propuestas de la LXV legislatura y 4,696 heredadas por la LXIV legislatura.
La modificación establece que las iniciativas no dictaminadas al término de una Legislatura “se tendrán por desechadas”, procediendo a su archivo como asuntos total y definitivamente concluidos.
Lo mismo aplica para proposiciones con punto de acuerdo que no se dictaminaron en el periodo ordinario de sesiones.
En cuanto a las minutas no dictaminadas, que tengan plazo vigente, se trasladarán a la siguiente Legislatura y serán remitidas a las comisiones correspondientes una vez que estas se instalen para continuar su proceso legislativo.
El dictamen, aprobado por unanimidad, establece que al término de la Legislatura, la Secretaría de Servicios Parlamentarios elaborará un listado de dictámenes de iniciativas y minutas en poder de la Mesa Directiva.
La Junta de Coordinación Política determinará los dictámenes que se presentarán ante el Pleno en el primer periodo de sesiones de la siguiente Legislatura.
La reforma busca eficiencia y eficacia en el proceso legislativo, sin perder su esencia, para priorizar agendas, agilizar la resolución de asuntos y mejorar la expedición de nuevas normas o modificaciones.
La diputada Sonia Rocha Acosta (PAN), promotora de la reforma, afirmó que es necesario evitar la acumulación de asuntos en las comisiones y agilizar el tratamiento de propuestas legislativas.