El gobierno federal ha optado por trasladar medicamentos de diversas instituciones de salud, como el ISSSTE, el IMSS y el IMSS-Bienestar, a la recién inaugurada Megafarmacia en Huehuetoca, Estado de México. Esto se debe a que los Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), a cargo de la operación de esta megabodega, no efectuaron compras adicionales para abordar el desabastecimiento que motivó la creación del proyecto.
Ante las consultas sobre el monto invertido en la adquisición de medicamentos y la procedencia de los mismos, Birmex respondió que las existencias en el Centro Federal de Almacenamiento y Distribución de Insumos para la Salud (Cefedis) son propiedad de los institutos de salud federales, producto de compras consolidadas del año anterior.
Sin embargo, esta versión contradice las afirmaciones del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, quien aseguró que se habían adquirido más de 4 mil piezas específicamente para la Megafarmacia en 2024, con una inversión de 219 mil millones de pesos.
Aunque se designó a Birmex como responsable de la compra consolidada de medicamentos, la empresa estatal niega haber llevado a cabo dichas adquisiciones. Este desencuentro entre declaraciones genera confusión sobre la gestión de los suministros médicos.
Además, la Megafarmacia enfrenta desafíos logísticos significativos. A pesar de las afirmaciones del director general de Birmex, Jens Pedro Lohmman Iturburu, de que la ubicación estratégica permitiría satisfacer la demanda en un lapso breve, carece de unidades de transporte terrestre o aéreo para distribuir los medicamentos a las unidades médicas del país.
Esta situación plantea serias dudas sobre la capacidad de la Megafarmacia para cumplir con su propósito declarado de abastecer rápidamente a las áreas que lo necesitan, lo que contradice las promesas anteriores de las autoridades de salud.