Crisis diplomática: Perú rompe con México tras asilo a ex primera ministra de Pedro Castillo

Crisis diplomática: Perú rompe con México tras asilo a ex primera ministra de Pedro Castillo

Este lunes, el gobierno de Perú anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con México, marcando un nuevo capítulo de tensión política entre ambos países. La decisión se tomó luego de confirmarse que Betssy Chávez, ex primera ministra del destituido presidente Pedro Castillo, se encuentra asilada en la residencia de la embajada mexicana en Lima. El anuncio fue hecho por el canciller peruano, Hugo de Zela, quien explicó que la medida responde a lo que calificó como un acto inamistoso y una reiterada injerencia mexicana en los asuntos internos del país andino.

El conflicto tiene su raíz en diciembre de 2022, cuando Pedro Castillo intentó disolver el Congreso y fue detenido por presunta rebelión. Betssy Chávez, entonces su primera ministra, fue señalada como una de las principales colaboradoras en aquel intento de golpe de Estado. Tras varios meses en prisión preventiva, fue liberada en septiembre de este año por orden del Tribunal Constitucional, que determinó que su detención había sido arbitraria. Sin embargo, el proceso judicial en su contra continúa abierto, lo que ahora complica su situación al refugiarse bajo la protección diplomática de México.

Desde Lima, el Ministerio de Relaciones Exteriores precisó que la ruptura diplomática no afectará las relaciones consulares entre ambos países, por lo que los servicios migratorios y de atención ciudadana seguirán operando con normalidad. Sin embargo, la encargada de Negocios de México en Perú, Karla Tatiana Ornelas, deberá abandonar el país en un plazo breve, tras recibir la notificación oficial de la cancillería peruana. Actualmente, México no cuenta con embajador en Lima, luego de que Pablo Monroy Conesa fuera expulsado en 2022 por presunta injerencia política durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El asilo de Betssy Chávez reavivó las fricciones que ya existían entre ambos gobiernos desde la caída de Castillo. México, tanto bajo la administración de López Obrador como bajo la actual de Claudia Sheinbaum, ha mantenido una postura crítica hacia las autoridades peruanas, señalando que el expresidente fue víctima de un golpe promovido por grupos de poder del Congreso. En contraste, el gobierno peruano ha insistido en que Castillo intentó quebrar el orden constitucional.

Con la salida del personal diplomático mexicano y la permanencia de Chávez en la embajada, el conflicto podría escalar en los próximos días. Aunque la ruptura no implica el cierre total de los canales entre ambos países, el gesto marca uno de los puntos más tensos en la relación bilateral en décadas. Perú, decidido a mantener su soberanía ante lo que considera una intromisión, y México, defendiendo su tradición de asilo político, se encuentran ahora en lados opuestos de una crisis diplomática que difícilmente se resolverá pronto.

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