El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, aseguró durante un evento público que concluirá su gestión con la «cara en alto», manifestando su satisfacción por lo logrado durante su administración.
«Me voy muy feliz», así lo afirmó el Gobernador en medio de un contexto de intensa violencia en el estado, con siete homicidios y dos secuestros reportados en las últimas 48 horas.
Blanco afirmó que entregará obra pública en los 36 municipios de Morelos, a pesar de los desafíos en materia de seguridad que enfrenta la entidad.
En los primeros dos días de esta semana, Morelos ha sido escenario de varios incidentes violentos. El saldo de estos hechos incluye siete personas asesinadas y dos secuestradas, pintando un panorama sombrío para el estado.
La noche del lunes, un grupo armado irrumpió en un departamento del fraccionamiento Flores Magón en Cuernavaca, donde dos jóvenes fueron secuestrados. Las autoridades están investigando para localizar a las víctimas.
El martes, a las 10:00 de la mañana, dos personas fueron asesinadas a tiros mientras estaban a bordo de una camioneta cerca del mercado Adolfo López Mateos. Los atacantes, quienes iban en una motocicleta, abrieron fuego y huyeron del lugar, dejando a las víctimas dentro del vehículo.
En Jiutepec, la violencia también se hizo presente. A las 8:00 de la mañana del martes, se encontró una cabeza humana fuera de la secundaria técnica 45 en la colonia Calera Chica. Este macabro hallazgo fue reportado por vecinos, provocando una movilización policial.
Horas más tarde, el cuerpo de un hombre con heridas de bala fue encontrado en la calle Copa Oro, en la colonia El Campanario. La zona fue asegurada por elementos del Ejército mexicano, la Guardia Nacional y la policía local.
En Puente de Ixtla, a plena luz del día, un comerciante fue asesinado en la colonia Guadalupe Victoria. Este ataque desencadenó la intervención de autoridades de los tres niveles de gobierno.
En Tlaquiltenango, en la colonia Gabriel Tepepa, se encontraron los cuerpos de dos hombres dentro de bolsas, evidenciando la brutalidad con la que operan los grupos delictivos en la región.
Las declaraciones optimistas del gobernador Blanco se producen en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Morelos. La violencia ha sido un tema recurrente durante su administración, con frecuentes reportes de homicidios y otros delitos graves.
A pesar de los esfuerzos del gobierno estatal y federal, la situación en Morelos sigue siendo crítica. Las promesas de mejora y los logros en infraestructura parecen insuficientes para contrarrestar el clima de inseguridad que afecta a la población.
La despedida de Blanco se caracteriza por una mezcla de satisfacción personal y un escenario de violencia que no puede ser ignorado. La administración que le seguirá tendrá el desafío de abordar estos problemas de manera más efectiva para garantizar la seguridad y bienestar de los morelenses.