Originalmente, la reforma aprobada en el Senado en noviembre pasado establecía que los días de vacaciones que una persona trabajadora debía tener después de su primer año empleada en una empresa o institución serían de los seis actuales a 12.
La Cámara de Diputados prevé modificar la reforma promovida como “vacaciones dignas”, con la que se modifica la Ley Federal del Trabajo para aumentar de seis a 12 los días de descanso que las y los trabajadores podrán tener después de su primer año de labores, pues propondrá que la mitad de esos días se pacten directamente con el patrón.
La Comisión de Trabajo y Previsión Social emitió un dictamen con cambios al artículo 78, donde propone que las personas trabajadoras tengan por lo menos seis días de vacaciones en forma continua, del total de días que les correspondan, pero el resto deberá pactarse con su patrón.
“En todo caso, las personas trabajadoras tendrán la potestad y el derecho de pactar con el patrón la forma y tiempos en el que disfrutarán los días de vacaciones que tengan a su favor, ya sea de forma continua o parcial”, advierte el cambio.
Originalmente, la reforma aprobada en el Senado en noviembre pasado establecía que los días de vacaciones que una persona trabajadora debía tener después de su primer año empleada en una empresa o institución serían de los seis actuales a 12.
A esos días se sumarán dos por cada año laborado hasta cumplir un lustro, y después, el incremento de dos días será cada cinco años.
La reforma fue promovida por organizaciones civiles, activistas y ciudadanos que demandan prestar mayor atención al descanso y la salud mental de las y los trabajadores.
El tema ha despertado numerosas reacciones y es en el ámbito de la salud mental y emocional donde podría tener mayor impacto, debido a que es la primera vez que se toma en cuenta este factor para hacer una modificación legislativa.
De acuerdo con la OCDE, México es de los países menos productivos, pese a que se trabajan 2 mil 137 horas al año, un 24% más que el promedio; sin embargo, esto no se refleja en el PIB, que está por debajo del promedio de la OCDE.