En una emotiva ceremonia de clausura, Diego Luna y Alfredo Castro fueron homenajeados por su destacada trayectoria en la 39ª edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que se caracterizó por discursos contundentes sobre temas políticos y sociales.
El Festival Internacional de Cine de Guadalajara concluyó su 39ª edición con una gala que no solo celebró el arte cinematográfico, sino que también sirvió como plataforma para reflexiones profundas sobre la realidad política global. Dos figuras prominentes del cine, Diego Luna y Alfredo Castro, recibieron homenajes que resonaron más allá de sus logros profesionales, abarcando temas de gran relevancia social y política.
El actor, director y productor mexicano Diego Luna fue galardonado con el Premio Mayahuel de Plata, un reconocimiento a su extensa y exitosa carrera en el cine. En su discurso de aceptación, Luna expresó su gratitud hacia la comunidad cinematográfica mexicana, la cual, según él, ha sido fundamental para mantenerlo arraigado y enfocado en su carrera internacional.
“En este momento en que estamos viviendo, donde en el mundo se vive una polarización brutal y parece que no hay espacio para los matices, un festival como el de Guadalajara nos muestra que sí, que podemos tener distintas creencias o apuestas políticas”, afirmó Luna, subrayando la importancia del diálogo y la diversidad de pensamiento en tiempos de creciente división global.
El actor chileno Alfredo Castro recibió el Homenaje Mayahuel Iberoamericano y aprovechó la ocasión para hacer un apasionado llamado a la paz y a la justicia. Castro condenó enérgicamente las acciones de Israel contra el pueblo palestino, calificándolas de genocidio.
“No puedo dejar de manifestar el repudio al genocidio del Ejército israelí en contra del pueblo Palestino. (…) Frente a ustedes pido humanidad, respeto y paz para el pueblo Palestino”, declaró Castro, generando una ovación del público presente. Sus palabras reflejaron el poder del cine y de los artistas para abordar y sensibilizar sobre cuestiones de derechos humanos y justicia social.
La gala también premió lo mejor del cine iberoamericano. La película brasileña “Pedágio”, dirigida por Carolina Markowicz, fue la gran ganadora de la noche, llevándose los premios a Mejor Largometraje Iberoamericano de Ficción, Mejor Interpretación para la actriz Maeve Jinkings, y el Premio Maguey a la Mejor Película del cine de diversidad sexual.
El premio a Mejor Largometraje Iberoamericano Documental fue otorgado a la cinta chilena “La fabulosa máquina de cosechar oro”, del director Alfredo Pourailly, la cual también recibió el reconocimiento de la Federación de Escuelas de la Imagen y el Sonido de América Latina.
En el ámbito nacional, la ficción “No nos moverán”, del director Pierre Saint-Martin, se llevó el Premio Mezcal a la Mejor Película mexicana y el Premio del Público, consolidando su impacto tanto crítico como popular.
El Festival de Cine de Guadalajara no solo celebró el talento cinematográfico, sino que también fue un espacio para el activismo y la expresión de diversas voces. Los discursos de rechazo a las políticas contra el cine del presidente argentino, Javier Milei, ejemplificaron cómo el festival se convirtió en un foro para la discusión política y cultural, con un cartel que decía “Fuera Milei” como símbolo de la resistencia artística.
El festival cerró con la proyección de la película “Kind of Kindness” del aclamado director Yorgos Lanthimos, en una premier para México que puso un broche de oro a una edición memorable.
La 39ª edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara fue un evento que no solo celebró el cine, sino que también sirvió como un poderoso vehículo de expresión para importantes temas sociales y políticos, dejando una huella profunda en todos los asistentes.