El Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Hacienda, emitió un decreto el martes eximiendo a Petróleos Mexicanos (Pemex) del pago de impuestos sobre la utilidad compartida y la extracción de hidrocarburos, en un intento por mitigar la complicada situación financiera que enfrenta la empresa estatal.
El decreto establece un estímulo fiscal que consiste en un crédito equivalente al 100% del monto del derecho por la utilidad compartida, el cual podrá ser acreditado contra el mismo derecho a pagar en periodos mensuales, a cuenta del derecho anual correspondiente al ejercicio fiscal 2023 y 2024, respectivamente. Asimismo, contempla estímulos fiscales similares para el derecho de extracción de hidrocarburos durante los mismos periodos mencionados.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) deberá emitir las disposiciones necesarias para la aplicación efectiva de este decreto, según lo señalado en el documento publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Pemex enfrenta dificultades financieras debido a su importante deuda acumulada en los últimos 15 años. Esta situación ha generado presiones en sus finanzas, reflejadas en retrasos en pagos a proveedores y acreedores financieros, así como en una reducción en inversiones físicas, incluido el mantenimiento de sus instalaciones.
Aunque la deuda financiera total de la empresa ha disminuido durante la actual administración, ascendiendo actualmente a 106 mil millones de dólares desde los 130 mil millones de dólares previos, los pagos programados para este año alcanzan los 11 mil millones de dólares, lo que aumenta la presión sobre la petrolera dirigida por Octavio Romero Oropeza.
El decreto, firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, entró en vigor este martes con el objetivo de brindar alivio a Pemex en su situación financiera actual.