El fin de semana pasado, en la comunidad Congregación El Carmen y los ejidos Vázquez y San Juan, del municipio de Tula, Tamaulipas, aparecieron grietas de más de tres kilómetros de longitud tras el paso de la tormenta tropical Alberto.
Los habitantes de Tula, que es reconocida como pueblo mágico, temen que la tierra se los trague y están preocupados por la seguridad de sus familias y por la posibilidad de quedar incomunicados, ya que las fisuras surgieron cerca de sus hogares.
Algunas familias incluso han decidido desalojar sus viviendas por precaución.
Además, la carretera que conecta estas comunidades con la cabecera municipal también muestra signos de agrietamiento. Actualmente, se están llevando a cabo evaluaciones para determinar la gravedad del problema, su origen y las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los residentes.
Los lugareños no descartan que las grietas, cuya profundidad aún se desconoce, estén relacionadas con las intensas lluvias dejadas por Alberto, que llegó tras varios meses de severa sequía en Tamaulipas. En redes sociales, las fotografías de las fisuras se han vuelto virales, y algunos usuarios especulan que podrían ser consecuencia del fracking en la zona, mientras que otros las atribuyen a las recientes lluvias y la sequedad de los mantos freáticos de la región.
El ayuntamiento de Tula ha pedido a los residentes que no se acerquen a las grietas y que tomen precauciones hasta que se reciba ayuda de los gobiernos estatal o federal.