Este 21 de enero efectivos del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional mexicana disolvieron a cientos de migrantes que llevan meses varados a la espera de trámites en Tapachula, en el estado de Chiapas, ya que los grupos tenían previsto salir en la primera caravana del año.
Las autoridades mexicanas arribaron al parque Miguel Hidalgo y desintegraron esta caravana de migrantes que tenía como destino Estados Unidos y que había sido convocada por la asociación Pueblos Libres Sin Fronteras para salir este mismo sábado.
Para efectuar este operativo sorpresa, se necesitaron una decena de furgonetas y dos autobuses, en el que un contingente de efectivos migratorios y de las fuerzas mexicanas eligieron al azar a quién verificar sus papeles, para ver si se encontraban viviendo de manera legal en México.
Los miembros de la Guardia Nacional armados acompañaron al personal del Instituto Nacional de Migración (INM) que intentó convencer a los grupos de migrantes para que accedieran a subir a los vehículos con la promesa de ayudarles a obtener documentos para permanecer en Chiapas.
Fue entonces que poco a poco, cerca de un centenar de migrantes -en su mayoría de Haití, Cuba y Venezuela- con familias decidieron no permanecer en la plaza central y no salir en caravana este sábado por la mañana.
Mientras tanto, los migrantes que se quedaron en el parque aseguraron que “las gestiones de Migración no sirven”, porque los llevan a la estación migratoria y les dan un permiso solo para estar en la ciudad o para salir por la frontera sur, cuando ellos quieren seguir avanzado para llegar a Estados Unidos.
La movilización de las personas migrantes, fue convocada por Pueblos Libres Sin Fronteras, se planeaba que salieran este sábado 21 de enero de la frontera sur de México hacia Estados Unidos, ya que los extranjeros llevan más de dos meses varados sin atención del Instituto Nacional de Migración (INM).
Este suceso se llevaría a cabo tras la nueva política migratoria de Estados Unidos, que el 5 de enero anunció que acogerá a 30 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela al mes con un programa especial, pero deportará de inmediato a México al resto que llegue por tierra.