La producción de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha alcanzado un mínimo histórico no visto en 45 años. En abril, Pemex produjo un promedio de 1.47 millones de barriles por día (bpd), lo que representa una reducción significativa del 5.9% en comparación con el año anterior y una disminución del 12% desde diciembre de 2018. Este declive se produce en un contexto en el que la empresa estatal ha anunciado planes para procesar más crudo a nivel nacional y reducir sus exportaciones.
De acuerdo con los datos del regulador petrolero, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la producción de hidrocarburos líquidos (crudo y condensados) también ha disminuido. En abril, Pemex registró una producción de 1.75 millones de bpd, una caída interanual del 6%. Este descenso contrasta con las declaraciones de Pemex sobre una supuesta recuperación de la producción y la adición de más de medio millón de barriles diarios de nuevos campos.
Desde abril de 2023, cuando la producción alcanzó un pico de 1.86 millones de bpd, Pemex ha experimentado una caída constante en la producción de hidrocarburos líquidos. Este descenso coincide con varios factores adversos, incluido un incendio en la plataforma marina Akal-B en la Sonda de Campeche, el área de mayor producción del país. Según fuentes internas de Pemex, el incendio redujo la producción en al menos 20 mil bpd en los días posteriores al evento. No obstante, la empresa no proporcionó detalles adicionales sobre las afectaciones ni actualizaciones sobre el accidente.
A pesar de las disminuciones en la producción, Pemex no ha emitido comentarios oficiales sobre el declive actual. Sin embargo, la directiva ha defendido su gestión, destacando logros como la detención de la caída de producción heredada de administraciones pasadas, la reducción de la deuda financiera —que asciende a 101 mil 500 millones de dólares— y la mejora en la capacidad de refinación. En una reciente llamada con analistas, directivos de Pemex explicaron que la disminución en la producción del primer trimestre de 2024 está vinculada a la declinación natural de los campos Zaap, Xanab, Ayatsil, Ku y Quesqui.
Para contrarrestar esta tendencia negativa, la empresa ha anunciado esfuerzos para reforzar el mantenimiento de la producción base y de los pozos en los nuevos campos estratégicos. Sin embargo, estos esfuerzos aún no se reflejan en una recuperación significativa de la producción.
La situación de Pemex no solo afecta la producción de crudo. En abril, la producción de gas también se redujo notablemente, con una caída del 12% interanual, situándose en 4 mil 322 millones de pies cúbicos diarios. Esta reducción se suma a las dificultades financieras y operativas que la empresa ha enfrentado en los últimos años.
La caída en la producción de crudo y gas plantea serios desafíos para Pemex y para el país, dado que la empresa estatal juega un papel crucial en la economía mexicana. La disminución en la producción podría tener implicaciones significativas para la autosuficiencia energética del país y para las finanzas públicas, considerando la dependencia de los ingresos petroleros.