La vida de Lupita Torrentera se apagó a los 93 años, dejando tras de sí una historia tejida entre luces de escenario, pantallas de cine y memorias imborrables. Figura destacada del Cine de Oro mexicano, su legado artístico se conserva en películas que marcaron una era como La mujer que engañamos, Historia de un gran amor y La vida inútil de Pito Pérez.
La noticia fue compartida por su hija Lupita Infante Torrentera a través de redes sociales, donde expresó: “Fue madre, abuela, bisabuela, muy querida, a quien despedimos con gran tristeza y cariño. Te amamos mamá, tus hijos y toda tu familia”. En un segundo mensaje, la familia reveló detalles sobre el velorio, programado en una funeraria de la Ciudad de México, donde seguidores y fanáticos han comenzado a congregarse para rendir homenaje a la actriz.
Nacida el 2 de noviembre de 1931 en la Ciudad de México, Lupita Torrentera no solo conquistó al público con su talento y presencia escénica, sino que también vivió una vida íntimamente ligada a uno de los íconos más recordados del país: Pedro Infante. Su relación comenzó de manera intensa. Él tenía 28 años y ella apenas 14. A pesar de la oposición de la madre de Torrentera, el vínculo creció hasta convertirse en un romance significativo de la época.
De esa unión nacieron tres hijos. La primogénita, Graciela, falleció a causa de poliomielitis en 1949. Su segundo hijo, Pedro Infante Torrentera, nació en 1950 y siguió los pasos de sus padres en el mundo del espectáculo. Su vida terminó en 2009. Lupita Infante Torrentera, la menor de los tres, nació en 1951 y también tuvo una breve incursión en el ámbito artístico.
La huella de Torrentera también vive en su nieta, Lupita Infante Esparza, cantante con doble nacionalidad, quien ha compartido admiración por su abuela. En entrevista la describió con palabras llenas de afecto: “Es una mujer tan hermosa y siento que a pesar de sus 92 años digo ‘¡guau, qué belleza de mujer!’”.
Después de su relación con Pedro Infante, la actriz formó una nueva familia al lado del locutor y actor León Michel, con quien tuvo tres hijos más: Lucero, León y Eva. Aunque la pareja eventualmente se separó, la familia creció y se mantuvo unida alrededor de la figura central que fue Lupita.
Con su partida, se cierra un capítulo importante de la historia cinematográfica nacional. Lupita Torrentera no solo fue testigo, sino protagonista de una época irrepetible. Su talento, su vida y su historia permanecen vivos en cada escena que dejó grabada y en cada corazón que tocó.