Desde el inicio del mandato de Donald Trump en Estados Unidos, el número de mexicanos deportados ha ido en aumento. Según cifras recientes dadas a conocer por la Secretaría de Gobernación, encabezada por Rosa Icela Rodríguez, más de 38 mil connacionales han sido retornados a territorio mexicano desde el 21 de enero.
En una conferencia desde Palacio Nacional, se destacó que al menos 14 mil 300 de estos migrantes acudieron a uno de los 10 centros de atención fronterizos instalados para brindar asistencia. En estos espacios se han otorgado más de 129 mil servicios, que incluyen 47 mil 800 raciones alimenticias, 5 mil 900 atenciones médicas y 2 mil 800 apoyos psicológicos. La ayuda también se ha extendido a orientación jurídica y asesorías sobre violencia de género. Como parte de las medidas para facilitar el regreso, 9 mil 300 mexicanos recibieron una tarjeta del bienestar paisano, con un depósito de 2 mil pesos para gastos básicos, lo que representó un desembolso total de 1 millón 860 mil pesos.
El esfuerzo institucional también se enfocó en la reintegración laboral y social. Alrededor de mil 500 personas fueron vinculadas con oportunidades de empleo, otras mil 500 solicitaron su incorporación al IMSS-Bienestar y 300 iniciaron trámites educativos. Además, 12 mil 200 personas aceptaron hospedaje temporal en los centros de recepción, como parte del plan de atención humanitaria. Los traslados a los lugares de origen también han sido gestionados por el gobierno federal. En total, 2 mil mexicanos deportados solicitaron regresar a sus estados, principalmente Coahuila, Durango, Zacatecas, Querétaro, Aguascalientes, Ciudad de México, Michoacán, Jalisco, Oaxaca y Puebla.
Durante el mismo evento, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó un video del cineasta Sergio Arau, quien anunció su próxima película, “Los expedientes mexicanos”, una producción dedicada a mostrar la realidad, el esfuerzo y la aportación de la comunidad mexicana en Estados Unidos.
Este largometraje promete convertirse en una pieza clave para visibilizar el impacto de los migrantes mexicanos en el vecino país del norte, en medio de una coyuntura en la que miles de ellos enfrentan procesos de deportación. La narrativa del filme se enlaza con una realidad urgente: el retorno forzado de miles de personas que deben reconstruir su vida en México.
Así, entre cifras, apoyos concretos y un llamado cultural, se dibuja un panorama donde el regreso de los migrantes no solo es un desafío social y económico, sino también una historia digna de ser contada en la gran pantalla.