Los diputados federales de Movimiento Ciudadano (MC) solicitaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares para que el gobierno de México suspenda de manera inmediata la construcción del tramo 5 del Tren Maya, y exigir la reparación del daño ocasionado al medio ambiente y a las comunidades indígenas que habitan en su ruta.
La bancada naranja señaló que el gobierno desobedeció las distintas órdenes de jueces federales para suspender la obra, y continúan con la construcción, a la cual calificaron como “ecocida e ilegal”.
“De no frenar esta obra inmediatamente y resarcir su daño, el ecocidio será irreparable, pues se continuará atentando contra las 21 áreas naturales protegidas en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, las especies en peligro de extinción, los ríos subterráneos y hasta los vestigios históricos de la de la región”, destacó el grupo parlamentario.
Los diputados federales acusaron el incumplimiento de los amparos promovidos por las comunidades que habitan en su ruta y de las asociaciones ambientalistas que buscan impedir que continúe la destrucción de áreas naturales.
Las máquinas retroexcavadoras se abren paso en la selva para construir las vías del Tren Maya, el proyecto de 20 mil millones de dólares impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, busca abrir el paso al turismo en el sureste mexicano.
Fonatur, encargada de la obra, asegura que el tren resolverá la falta de infraestructura de transporte en el sureste de México, lo cual ha provocado “que no todos los destinos turísticos de la zona se hayan desarrollado plenamente”.
Pero los 1 mil 500 kilómetros que recorrerá por la península de Yucatán pasarán por ecosistemas únicos, como los cenotes y ríos subterráneos de la Riviera Maya, lo que levantó el año pasado una oleada de críticas y demandas que incluso detuvo temporalmente las obras.
Ahora el foco está puesto en el arranque de los trabajos en el tramo que cruza la reserva de Calakmul, que forma parte de la selva maya, la mayor extensión de bosque tropical de América después del Amazonas.
En Xpujil, la principal localidad de la zona de Calakmul, los militares trabajan en las obras del tren a pesar de que un juez ordenó que se detuvieran. El magistrado aceptó en 2020 el amparo presentado por el Consejo Regional Indígena de Xpujil, que denunció que el proyecto no se consultó debidamente con la población.