El gobierno mexicano rechazó una solicitud de Estados Unidos para permitir el aterrizaje de un avión militar estadounidense destinado a deportar migrantes, según informaron fuentes de ambos países. Esta negativa se produce en el contexto de una declaración de emergencia nacional emitida por el presidente Donald Trump, que incluye el uso de aviones militares para la repatriación de migrantes como parte de las medidas de seguridad fronteriza.
El incidente ocurrió luego de que dos vuelos militares estadounidenses, cada uno transportando alrededor de 80 migrantes, aterrizaran en Guatemala sin inconvenientes. Sin embargo, el permiso para que un avión de transporte militar C-17 aterrizara en México fue denegado. A pesar de la solicitud, las autoridades mexicanas no ofrecieron explicaciones públicas sobre las razones de su decisión.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México emitió un comunicado reafirmando su disposición a recibir a connacionales deportados, destacando la cooperación existente entre ambas naciones en materia migratoria. “Tratándose de repatriaciones, siempre aceptaremos la llegada de mexicanas y mexicanos a nuestro territorio con los brazos abiertos. México te abraza”, afirmó la SRE.
El uso de aviones militares para deportaciones masivas marca un cambio significativo en las políticas migratorias de Estados Unidos. Esta medida fue anunciada por el Pentágono tras la declaración de emergencia nacional de Trump, que también incluyó la movilización de 1,500 soldados adicionales a la frontera y la posibilidad de desplegar miles más. Además, el presidente estadounidense ha tomado medidas controvertidas como declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y amenazar con un arancel general del 25% sobre los productos mexicanos.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha mantenido una postura firme en defensa de los derechos de los migrantes mexicanos, calificándolos como esenciales para la economía de Estados Unidos. Aunque ha expresado su disposición para recibir a connacionales deportados, también ha manifestado su oposición a las deportaciones masivas y al uso de recursos militares para llevarlas a cabo.
Históricamente, los aviones militares estadounidenses han sido empleados para operaciones de reubicación, como durante la retirada de Afganistán en 2021. Sin embargo, esta es la primera ocasión en la que se utilizan para deportar migrantes desde territorio estadounidense. El Pentágono planea facilitar la deportación de más de 5,000 migrantes detenidos en El Paso, Texas, y San Diego, California.
Por su parte, Guatemala recibió un tercer vuelo con migrantes deportados, esta vez en un avión comercial. La situación refleja los retos y tensiones en la gestión migratoria entre Estados Unidos y los países de la región, así como las implicaciones diplomáticas de estas decisiones en un escenario de creciente presión fronteriza.