La noche del 20 de marzo, las calles de Campeche se vieron llenas de ciudadanos exigiendo la salida de Layda Sansores, gobernadora del estado, y su secretaria de seguridad, Marcela Muñoz, en respuesta al rechazo de Sansores de remover a Muñoz del cargo.
Las acusaciones contra Muñoz se centran en su presunta responsabilidad por poner en peligro la vida de mujeres policías en el Centro de Reinserción Social (CERESO) San Francisco Kobén. En redes sociales se difundieron imágenes de la multitud de campechanos, agentes de policía y familiares de las mujeres afectadas demandando la renuncia de Sansores, quien también es conocida por su participación en el programa ‘Martes del Jaguar’.
La protesta estuvo marcada por carteles y consignas, mientras las luces blancas de los teléfonos móviles iluminaban las calles. Horas antes de la manifestación, Sansores había afirmado que Muñoz continuaría en su cargo, argumentando que las demandas de un grupo de policías en huelga estaban manipuladas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC), a quienes acusó de proporcionar dinero y alimentos a los manifestantes.
La indignación popular se desató tras un motín en el penal San Francisco Kobén el 15 de marzo, que dejó tres muertos y 30 heridos, incluyendo a 20 policías, la mayoría mujeres. Según informes, estas agentes resultaron gravemente heridas durante el operativo debido a la supuesta negligencia de Muñoz al enviarlas sin equipo ni armas adecuadas para enfrentar a los reclusos.
Además de las agresiones físicas, se presume que las mujeres policías fueron víctimas de abusos sexuales durante el motín en el CERESO San Francisco Kobén. Hasta el momento, ni la gobernadora de Campeche ni la secretaria de seguridad han proporcionado información al respecto, lo que ha llevado a los ciudadanos a seguir exigiendo justicia en las calles.