En una votación dividida de 57 votos a favor y 37 en contra, el Senado de la República ha aprobado en lo general reformas a la Ley de Coordinación Fiscal y de la Ley General de Salud.
Estas reformas implican la centralización de los recursos destinados a servicios sanitarios en las entidades para financiar el nuevo modelo de IMSS-Bienestar.
La minuta con las reformas ha sido enviada a la Cámara de Diputados para su análisis.
Con esta modificación, se pretende respaldar la nueva estrategia de salud del gobierno federal, tras la desaparición del Seguro Popular y el fracaso del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi).
La oposición ha expresado su rechazo alegando la falta de un análisis profundo, que incluyera la comparecencia del director del IMSS, Zoé Robledo, para explicar los cambios y garantizar la viabilidad del nuevo sistema.
Las entidades que hayan transferido sus plazas y plantillas de personal a la Federación aceptarán que esta retenga sus recursos de salud.
Sin embargo, el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASA) subsistirá para los estados que no suscriban los respectivos convenios.
En medio del debate, la oposición cuestiona la capacidad del IMSS para asumir la carga adicional de millones de mexicanos, señalando que el gobierno ha intentado cubrir la creciente crisis en el sector salud con medidas como la desaparición del Seguro Popular y la creación del Insabi.