El aumento de las temperaturas en los últimos días ha generado una sobredemanda de energía, exacerbando los problemas de suministro eléctrico en varias regiones. A la par, la sequía extrema ha impactado la capacidad de generación de las centrales hidroeléctricas en el país.
Las 60 centrales hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de ser fuentes de energía limpia, tienen la responsabilidad de contribuir con el 12% de la generación total en México. Sin embargo, debido al calentamiento global, su productividad experimentó una caída del 40% en 2023, según datos de la Agencia Internacional de Energía.
Varias de las principales hidroeléctricas operan por debajo de su capacidad óptima: El Novillo (11.2%), Huites (16.4%), Infiernillo (49%), Peñitas (80%) y Chicoasén (39%). Esta situación ha llevado a la suspensión de la generación en algunas presas, como El Novillo, que abastece el 25% del consumo en Hermosillo, según Jesús Antonio Cruz Varela, funcionario de la Conagua.
La mayoría de las presas en México se encuentran con bajos niveles de almacenamiento debido a la severa sequía, lo que ha afectado la capacidad de generación de energía en las 10 principales hidroeléctricas del país. Especialistas en temas hídricos destacan la importancia de mantener los niveles de agua en un 25% de almacenamiento para garantizar el óptimo funcionamiento de las presas.
Esta situación no solo afecta la producción energética, sino también otros sectores como la agricultura, ganadería e industria. Datos de la Agencia Internacional de Energía revelan que la generación hidroeléctrica en México disminuyó un 40% durante 2023 debido a fenómenos derivados del calentamiento global.
A pesar de estas repercusiones, tanto la CFE como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no han proporcionado información oficial sobre el impacto de la escasez de agua en las plantas hidroeléctricas del país.